En Tchalinga tenemos proyectos con Caritas Developement Djougou y con la Fundación Vie pour Tous (FVPT).

Es uno de los villages del proyecto de Caritas “Stop violence faites aux femmes SVFF”. Uno de los que va más adelantado. Ya terminó la fase de sensibilización y su grupo de mujeres es muy activo. Tienen un buen volumen de ahorros y hemos financiado junto a ellas un moto triciclo.

Con la FVPT, hemos financiado unas huertas para mujeres y un centro sanitario con maternidad, dispensario, centro nutricional, laboratorio y una vivienda para el médico, como – esperemos que – última exigencia de las autoridades sanitarias para darnos la licencia de apertura.

El año pasado hicimos tres visitas a Tchalinga. La primera el 7 de febrero. Leer crónica. Volvimos a Tchalinga el 12 de febrero, con Cáritas. Leer crónica y aún volvimos una tercera vez para poder hablar con las mujeres de las huertas, el 16 de febrero. Leer crónica.

La conclusión del año pasado era que los hombres, con el Delegue al frente, estaban priorizando el suministro de agua para las obras frente al riego de las mujeres. Ellas llegaban pronto por la mañana, ya que después tenían otras tareas. Querían regar y luego continuar su jornada, pero se encontraban con los depósitos vacíos.

Ante esta situación solicitamos que se hiciera un uso ordenado del agua que priorizará ese riego, pero hoy casi 12 meses después la situación continúa siendo la misma.

Pero también hemos tenido una buena noticia en las huertas: la confirmación del interés de las mujeres, demostrado durante la estación lluviosa. Estamos acostumbrados a que las mujeres durante esos meses acudan a trabajar al campo del marido y abandonen las huertas. Pues bien, en Tchalinga, las mujeres trabajaron las huertas durante las lluvias y al decir de los que lo vieron, eran un auténtico vergel.

Eso nos ha reforzado para insistir en nuestro mensaje. Contamos, además, con que las obras junto a las huertas, están prontas a terminar y con el interés demostrado por las mujeres. También contamos con Wassa una mujer procedente de Tchalinga que hemos tenido becada estudiando como “Animadora de gestión de proyectos comunitarios” y que va a permanecer en Tchalinga como responsable de la animación y tutela del proyecto de las huertas para mujeres. Wassa conoce la lengua local (lopka) y a las mujeres de las huertas. Le hemos pedido que nos mantenga informados para poder reforzar su tarea.
Como decíamos el año pasado al hilo de nuestra tercera visita: “Cuando funcione el centro de salud, con la maternidad, dispensario pediátrico, centro nutricional y laboratorio, compartiendo el agua con las huertas, comprobaremos si es necesario tomar alguna medida adicional como la incorporación de unas baterías a la instalación solar, para poder subir agua al depósito también durante la noche y no solo durante el día, pero de momento es mejor organizarse y compartir lo que hay.”

Por lo que respecta al centro sanitario, está prácticamente terminado. El equipamiento está guardado en Parakou, por seguridad (ver crónica del 16 de enero 2023) y solo falta terminar la vivienda del médico director del centro, última exigencia de las autoridades sanitarias.

Otra cosa bien diferente ha sido con los proyectos de Cáritas. Nos hemos reunido con las mujeres bajo el habitual gran árbol de la plaza. Allí han comenzado los bailes, las bienvenidas, los discursos y los testimonios de las mujeres.

Reunión presidida por el rey local y sus notables.

Las mujeres están encantadas con el funcionamiento de la agrupación de ahorro y créditos internos y con el equipo co financiado ( un moto triciclo) Hoy nos han explicado todas las ventajas que obtienen y el uso que le dan.

Las mujeres se organizan para ir a los mercados de los pueblos cercanos. Quedan a una hora para salir y a otra hora para volver una vez que esperan haber terminado su jornada en el mercado. Después cada una cotiza por el uso del moto triciclo.
También lo han usado para la recogida de la cosecha, transportando el grano hasta sus casas, para recoger leña para cocinar,… Antes de cada uso concretan con el grupo la cotización a realizar en cada caso. Es preciso asegurar el suministro de combustible y el mantenimiento del vehículo. Y lo hacen de acuerdo a la frecuencia y al uso que cada una le da.

Están encantadas. Ellas han pagado el 25% del coste del moto triciclo y durante tres años deberán pagar 150.000 francos CFA (225 €), cada año. Lo harán tras la cosecha y con eso devolverán el 25% que la Fundación Alaine puso como anticipo. Con eso habrán pagado el 50% y nosotros el otro 50%. ¿No os parece una pasada?
Están orgullosas y dispuestas a continuar. Nos han pedido hacer lo mismo con un molino. Lo necesitan y están dispuestas a pagar el 50%

Nos han pedido ayuda con el riego de las huertas y se la vamos a dar. Ellas son pacientes y aunque yo no lo sea tanto, no pararemos hasta conseguirlo. También nos han pedido que les ampliemos lo que llamamos “Fondo de solidaridad ALAINE” Un fondo que añadimos temporalmente a sus ahorros para que puedan ampliar sus créditos internos. Son geniales, ya nos conocen y no nos piden nada que no sea compartido.

En plena reunión, nos ha sorprendido una pequeña columna de humo. Tal y como está todo de seco y con el calor reinante, muchos han salido corriendo a apagar el incipiente fuego y no han vuelto hasta haberlo conseguido.
Por último han llegado los regalos. Agradecen la colaboración y la visita. Ambas cosas son muy importantes para ellos.

Y mañana nos vamos a Danogou y a Meyanm. Sendos grupos de mujeres. Os lo contaremos.




