En nuestro país no existe tradición en el uso del testamento como herramienta clarificadora de la voluntad póstuma. No somos conscientes de que se trata de algo que puede llegar a simplificar enormemente los trámites tras el fallecimiento de un ser querido. No somos conscientes de que con un uso adecuado, estamos ante una herramienta que puede ahorrarnos muchas discusiones familiares en momentos de elevada sensibilidad.
Tampoco solemos tener, además, muy claras las ideas en este sentido. Qué se puede hacer y qué no. Qué conviene más y qué conviene menos. En este sentido puede resultar muy útil el siguiente enlace: www.testamenta.com
En numerosos países de nuestro entorno, es cada vez más frecuente que en el momento de “testar” se establecen LEGADOS con Fundaciones como beneficiarias. Así, se unen dos voluntades manifestadas de una manera firme y transparente. La de los Fundadores de la Fundación expresadas en sus Estatutos y la de quien efectúa el LEGADO, expresada en su Testamento.
La Fundación Alaine disfruta de los máximos incentivos fiscales al mecenazgo. Es notoria, además, nuestra voluntad de mantenernos sin gastos de estructura central. Por tanto nuestra “rentabilidad social” es la máxima posible tanto desde el punto de vista de las simples donaciones, como de los Legados y/o Herencias.
