Como siempre por estos lares, la jornada comienza temprano y para las 8:30 ya estábamos en la escuela de pre escolar que gestionan las Hermanas en Kpari. Ver crónica 2022.



Este pasado año les financiamos material escolar y varias mejoras en la infraestructura y el equipamiento de la escuela bombón, como las llaman por aquí. Hemos charlado con los niños y hemos disfrutado con su alegria y buen hacer. Timoteo, su maestro, es muy animado y les tiene permanentemente activos. Hemos estado una hora con ellos y no quiero pensar en una jornada completa, que se me antoja agotadora.

Timoteo quiere equipar un par de salitas para poder dar seguimiento y refuerzo a los niños y niñas que lo necesiten. No todos son tan despiertos ni van al mismo ritmo y él quiere poder vencer esas diferencias a esta edad tan temprana.
Hoy hemos tenido, también, la oportunidad de hacerles un regalo, de parte de ACAMBI. Os lo contábamos ayer sobre las camisetas de la carrera contra el cáncer de mama. Hoy hemos regalado a cada niño una mochilita. Estaban encantados.



Al repartirlas hemos visto que faltaba una y al investigar porqué, se han dado cuenta que se había colado una alumna de la Escuela de Primaria que está enfrente. El año pasado fue alumna de pre escolar, ha visto que había “movida” y se ha colado en pre escolar.

Después nos hemos ido a Sware o Souare. Ver crónica 2022. Cuando les visitamos el año pasado, comenzaban tímidamente unas huertas. Hoy hemos disfrutado de una sólida realidad.

Las huertas se nutren de un riachuelo estacional. “Marigó” como le llaman por aquí. Él cauce ya no tiene corriente sino una sucesión de charcas alrededor de las cuales se “estiran” las huertas. Basta ver las fotos para enamorarse del trabajo de estas mujeres.

También hemos podido comprobar que en un mes o dos, tendrán problema con el agua pues las charcas irán desapareciendo a medida que avance la estación seca. Es preciso encontrar una solución que permita a las mujeres continuar con su trabajo y poder aprovechar los frutos de sus esfuerzos.

Por la tarde hemos ido a Bongowerou. En primer lugar hemos tenido una reunión con las mujeres de los “Graneros de Seguridad Alimentaria” y hemos hablado de sus préstamos. La cuestión es que ellas guardan en un granero su cosecha y utilizan los préstamos para comprar grano recién acabada la cosecha, que está barato, y lo encierran hasta el mes de abril. Entonces el grano esta caro, pero ellas tienen para sus familias el grano guardado a su precio antiguo. De esa manera tienen asegurado su suministro e ingresos extra por la venta de excedentes. Con eso devuelven los préstamos y guardan sus ahorros.


En Bongowerou hay 4 grupos de mujeres a los que estamos financiando y hoy ya se han presentado otras 7 mujeres para formar un quinto grupo. Será ya para la próxima cosecha. Poco a poco todas están viendo las ventajas de este sistema y quieren participar.

Tras charlar con las mujeres y animarles, los grupos han efectuado una devolución parcial del préstamo, que se ha recogido con toda la formalidad que el acto requiere.


Al terminar nos hemos ido a visitar las huertas de Bongowerou. Ver crónica 2022 compartida con la escuela de pre escolar. Hemos aparcado junto a la iglesia de Bongowerou.


Están iniciando las obras para hacer el “barrage”, un pequeño pantano aprovechando el cauce estacional de Bongowerou, que en la estación de lluvias lleva bastante más agua que el de Sware. Será la solución definitiva para estas mujeres que, de momento, aprovechan lo que tienen como unas campeonas.



Hoy, hemos tenido la oportunidad de ver cómo hacían una casa de barro. El proceso es fácil. Pican en el suelo, trocean la tierra, la mojan y la pisan. Con eso hacen bolas de barro y después las van acumulando en las paredes. Cuando han subido unos 30 o 40 cm en todo el perímetro, dejan que se seque antes de continuar con otra franja similar.



Y mañana seguiremos por los villages de Kpari con las Hermanas Argentinas. Os lo contaremos.




