Este verano hemos vuelto a tener una Voluntaria en Patzún, en Guatemala, en el Centro de Acogida y Nutricional que estamos apoyando allí. Se llama Patricia y es Licenciada en Psicología y es la hermana mayor de una buena amiga de Alaine. Hoy se vuelve a España y antes de iniciar su viaje de retorno, nos ha enviado sus impresiones en caliente, todavía trabajando con los niños y niñas, todavía antes de las despedidas. Os dejo esas impresiones. Ella las ha titulado “DIBUJANDO SONRISAS”
“Saludos desde el “lugar entre bosques”, Guatemala. Este es ya mi último día en el Centro Nutricional con los niños y niñas de Patzún.
Han sido
unas semanas mágicas pudiendo compartir con este pueblo su cultura y costumbres, me he sentido como en casa gracias a su hospitalidad y cariño.Lo he dado todo de mí para ayudar al máximo, junto a los niños y las hermanas me llevo un enorme aprendizaje tanto personal como profesional. La creación del Hogar fue una bonita iniciativa para acoger a niños con historias difíciles ofreciéndoles un futuro mejor, en un país donde todavía tienen pocos recursos y con un pasado de mucho sufrimiento. Ahora en octubre hacen volar “los barriletes” para comunicarse con sus seres queridos del cielo, y en el Hogar celebrarán los 15 años de las niñas, la primera comunión y los veinticinco años como religiosas de algunas madres. El pasado fin de semana, fue la fiesta de la Independencia, las calles estaban decoradas por los mercados y los desfiles, llenando el ambiente de música y color, muy alegre.
Ahora llega lo duro, la despedida, y en especial de mi familia Patzunera: Emi, Ernes
to, Eileen y Nayely; que me han integrado como una más de su familia desde el primer segundo viviendo junto a ellos su rutina diaria.
Me llevo un regalo, una experiencia me acompañara toda mi vida, y lo mejor ha sido poder hacer sonreír a tantas personas, incluida yo.
Gracias a Jorge y Marta por invitarme a distintos eventos y ofrecerme la oportunidad de conocer las tradiciones de esta cultura, habéis sido un gran apoyo.
Gracias a Ramón, a Arancha y a la Fundación Alaine, por hacer esto posible y hacerme participe.
Un abrazo. Patricia”.
Muchas gracias a ti, Patricia. Por contarnos tu experiencia y por tu excelente labor allí.