Un domingo de trabajo

Este año tenemos muchos proyectos que visitar y en Nikki, todos los poblados están muy dispersos lo que complica bastante las cosas. Por eso hoy visitamos 3 pueblos, aunque sea domingo.

Hemos ido a misa de ocho de la mañana, antes de ir a visitar Dè, Delkribí y a mamá Sidonie en Monnon.

Han sido 90 minutos de misa con 2 corales una “estilo europeo” y otra más local, que han rivalizado por ayudarnos a rezar. Nos ha encantado un Kirieleisón polifonico con bongós. Tras la comunión hemos salido todo lo discretamente que pueden salir 4 blancos de la iglesia de Nikki. La jornada iba a ser larga y por lo que luego hemos sabido nos hemos “ahorrado” dos presentaciones de niños recién bautizados y los avisos parroquiales. En total 45 minutos adicionales.

Hoy los poblados no estaban tan alejados. Aun así, eran casi las 4 de la tarde cuando hemos llegado a comer.

En primer lugar hemos acudido a Dè. Aquí financiamos en 2020 una perforación para suministro de agua a la población. Nos estaban esperando pero aún así, nos ha dado tiempo a pasear por el poblado antes de tener la reunión junto a la bomba.

No hemos llegado a saber si el niño comía de la comida de las ovejas o eran ellas las que se comían la comida del niño. En todo caso, dentro había una cuchara
La colada
Moliendo para las salsas

Pronto ha comenzado la reunión.

El guion ha sido calcado al de los últimos días en similares circunstancias. En este caso las mujeres hicieron su huerta, pero la abandonaron al llegar las lluvias para ir a “hacer el campo”. Alguna se ha excusado en que el Alahdji había hecho su campo en el terreno de las huertas. El lo ha admitido pero afirmando que lo hizo una vez que las mujeres abandonaron su trabajo en las huertas.

Por nuestra parte no nos ponemos del lado de nadie. Les hemos insistido en que si las mujeres van cada día a por agua pueden mantener su trabajo en la huerta (junto a la bomba) sin quitarle demasiado tiempo al “campo”

En cuanto a la escolarización les hemos visto “más verdes” que a los pueblos en los que hemos estado últimamente. Solo envían 4 niños a la escuela pública de Tarou, que dista 4 km.

Desde allí nos hemos ido a Delkribí donde también financiamos en 2020 una perforación para suministro de agua.

El número de puertas en una casa suele indicar el número de esposas. Cada una ocupa una de las estancias. Sala + dormitorio

En esta ocasión los resultados han quedado bastante por encima. Hemos visto a los hombres muy participativos y aunque había pocas mujeres por un error de comunicación en cuanto a la convocatoria (nos esperaban ayer), la reunión ha sido muy productiva.

De todas maneras hemos tenido tiempo para dar un paseo por el pueblo y refrescar un poco el gaznate

El anacardo tiene una manzana muy sabrosa, que quita muy bien la sed y que deja unas manchas en la ropa absolutamente indelebles.

Cualquier transeúnte puede saciar su sed con esta parte del fruto siempre que deje al pie del árbol la “uña” que es donde está el anacardo.

También hemos visto cómo una mamá preparaba la manteca de karite

En la reunión nos han contado que las mujeres hicieron la huerta y hemos podido ver que el terreno permanecía vacío a la espera de que vuelvan a comenzar. Hemos insistido en que ahora les va a costar mucho más. Tienen que rehacer la cerca, volver a preparar el terreno,… Les hemos animado a trabajar 12 meses sobre 12 meses, sobre todo porque el terreno que les han destinado es contiguo a la bomba.

También hemos hablado de la escuela y ha sido a iniciativa de ellos. Han prometido iniciar el camino con un apatam para que sus hijos e hijas acudan cada día a la escuela para intentar conseguir nuestro apoyo, demostrando su constancia.

En ambos poblados nos han regalado cosas. Igname, una cabra, gallinas y sorgo. Suerte que las hermanas tienen un centro nutricional.

Llegados a este punto, abro un paréntesis para hablar de Lamatou, nuestra traductora. Una bariba que en la actualidad es totalmente imprescindible en el trabajo con los poblados. La conocemos y nos conoce desde los inicios de nuestra relación con las Terciarias Capuchinas. Habla francés y batonou y no se deja engañar en las traducciones al fulfulde. Eso para nosotros es fundamental.

Ha traducido tantas veces mis discursos que en bastantes ocasiones se adelanta. “Eso ya lo he dicho” Le sigo dando las pautas pero conoce nuestra pequeña historia y la cuenta muy bien.

Se enfrenta a un grupo de hombres de edad con respeto pero con firmeza. Como dice el lema de las camisetas de la Fundación Alaine, “Esfuerzo, perseverancia y resistencia. Que todas las mujeres puedan vivir del producto de su trabajo”. Ella es un ejemplo y todos la respetan.

Después hemos ido a Monnon. En la foto anterior tenemos a Lamatou con mamá Sidonie, la responsable del grupo de mujeres de Monnon. Ambas son Baribas y son las lideres que necesitamos para que en este rincón del mundo las mujeres continúen con el proceso de desarrollo personal y colectivo.

En Monnon hemos trabajado mucho. Primero con micro finanzas, después co financiamos con el grupo de mujeres un granero alimentario y un tractor, que han acabado de pagar este año. Lo último han sido unos “sembradores”

Mamá Sidonie nos ha contado que con uno de esos aparatos cada mujer del grupo conseguía sembrar ¡una hectárea al día!

Cuando terminaron de sembrar, alquilaron los sembradores a las mujeres de los pueblos vecinos a razón de 8.000 francos cfa el día si solo querían el aparato y si querían que fueran ellas las que sembraran, les cobraban 10.000 francos cfa. 12 ó 15€

Con ese dinero, obtenido por el alquiler de los aparatos, compraron arroz, que es la primera cosecha en obtenerse. Cuando subió el precio lo vendieron para comprar grano y están a la espera de que siga subiendo el precio para venderlo y comprar anacardos que es lo último que se recoge y suele subir también a los pocos meses de la cosecha.

De vuelta a la Misión nos hemos encontrado con una sorpresa

Las hermanas que no han venido con nosotros a los pueblos se han afanado preparando una comida especial. Ensalada, conejo asado y patatas fritas,… con postre y vino! ¡Muchas gracias!

Por lo demás a preparar las maletas porque mañana nos vamos a Kandi. Cambiamos de región. Pasamos del Borgou al Alibori. Por el camino visitaremos las huertas de Biro. Os lo contaremos, con permiso de la cobertura. En las tres semanas que nos quedan de viaje la cobertura es bastante peor que la que hemos “disfrutado

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