Peulwyel ya tiene agua potable y quiere una escuela.

Hoy hemos acudido a Peulwyel. Han sido más de 4 horas entre la ida y la vuelta. El camino ha mejorado algo respecto al de 2020, pero sigue siendo de los peores. Hoy hemos tenido que poner un par de veces la reductora para superar un barranco provocado por un riachuelo estacional. Cada año que pasa la brecha se profundiza pese a que el lecho seco es un arenal.
En Peulwyel estuvimos a mediados de enero de 2020. Carecían de agua potable y la que conseguían metía miedo. Os lo contamos entonces (leer Cronica de 2020)



Cuando hemos llegado, el pueblo entero estaba de preparativos. Hemos tenido que esperar pero ha sido muy entretenido ver cómo hacían comida como para un regimiento, cómo preparaban a los más pequeños y cómo se acicalaban las mujeres.




Hemos visto cómo ataban a un poste un cabrito y nos hemos imaginado que formaba parte del regalo.

El aseo comenzaba por los más pequeños, con un vigor y una energía que era evidente que iban a quedar requetelimpios

Poco a poco se iba concentrando la población, desde los mayores,…

… a los más jóvenes.


Algunos entre los más pequeños no sólo no habían visto nunca tanto blanco junto, sino que parece que le dábamos bastante susto,…

Pronto nos hemos concentrado en la bomba y hemos comenzado con el ritual habitual



El pozo de Peulwyel es otra de las bombas para suministro de agua financiada por el Grupo de cooperación POZOS DE VIDA. Es otro excelente punto de partida para conseguir un adecuado desarrollo de la población.

En la posterior reunión, tras los habituales agradecimientos han llegado nuestras, también habituales, preguntas: “¿qué hacen las mujeres ahora que tienen el agua cerca de sus casas?“ La respuesta tampoco se ha salido de lo habitual. “Huertas”

Solo que, en este caso, he seguido preguntando “¿y por qué no han comenzado?” Esta perforación ya tiene más de un año. Se financió en 2020 y como siempre procuramos perforar en el mes de junio (final de la temporada seca), ya llevan con ella año y medio.

En este entorno la mujer solo accede al terreno del marido y no es libre, por tanto, para comenzar unas huertas. Nosotros lo sabemos pero me he hecho el tonto y los hombres han aceptado ceder un terreno para ese fin y ayudar a las mujeres con el vallado. “Al fin y al cabo a todos nos gusta el buen piment fresco”. Siempre se ríen con esta broma tonta porque les resulta extraño que a los “batures” (los blancos), nos guste su picante.
A continuación y sin mediar pregunta por nuestra parte nos han dicho que querían una escuela y yo he vuelto a lo mismo: ¿y qué habéis hecho para tenerla? He aprovechado que mi pregunta en francés debía ser repetida en batonou y después traducida a fulfulde, para buscar en mi teléfono algunas fotos de la reciente visita a la escuela de Basso

Tenéis niños a montones y también tenéis mangos,… ¿Por qué no habéis comenzado?
Aquí he utilizado otro de nuestros recursos habituales. El proverbio africano que dice que si necesitas ayuda para subirte una carga a la cabeza, debes comenzar por ponértela tu solo en las rodillas.
Les hemos emplazado a comenzar. A preparar un apatam para que los niños puedan comenzar y que si son constantes en el envío de los niños a su escuela, la fundación Alaine les ayudará a tener una escuela en condiciones. Comenzaríamos, lógicamente por una escuela comunitaria como la de Bouda. Nosotros financiaríamos el edificio y ellos pagarían al profesor hasta que la escuela sea admitida por el estado.

Mientras algunas mamás, seguían cocinando

Y nosotros nos hemos hecho foto de grupo antes de comer

Nos han acompañado hasta la casa del Jefe para comer. Espaguetis con pollo.

Mientras fuera todos comían también.


Mientras tanto el cabrito, nuestro regalo, se ha escapado y ha sido preciso que unos jóvenes cogieran sus motos para ir a buscarle. Lo han encontrado y traído otra vez pero por el aspecto del chico que lo traía no ha debido ser fácil. Venia lleno de pinchos de los arbustos que abundan por la zona. Finalmente ha acabado en la trasera de la Toyota y ha hecho el viaje de vuelta rebotando y berreando.

Las hermanas han tenido unas últimas charlas con algunos padres para intentar que sus hijas un poco mayores y no escolarizadas vayan al centro artesanal de Nikki. Han quedado en darles una respuesta tan pronto hablen con sus esposas.
Una vez de vuelta en la Misión (tarde otra vez), han llegado representantes de Gourre Deme y Djan Yola. Por su cuenta habían hecho la cotización para poder tener lista su parte en la financiación de la bomba. Les hemos repetido que están en la lista de peticiones recibidas pero que no podremos financiar todas sino tan solo una parte. Les hemos animado y valorado su esfuerzo, pero hemos insistido en que tendrán que esperar a que acabe nuestro viaje y valoremos todas las peticiones recibidas y podamos elegir

Más tarde hemos visitado el Centro nutricional y comenzado a planificar la ampliación del Centro artesanal para que pueda acoger a más chicas de los poblados.


Mañana domingo iremos a Dè y Delkribí, lugares en los que también financiamos en 2020 sendas bombas para suministro de agua. Os lo contaremos.

Por cierto, el enésimo uso de los bidones amarillos: entre semillero y huerto urbano

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