Pasan de las 18:30 horas del viernes 24 de febrero. Ya estamos a punto de embarcar. Detrás quedan seis semanas de viaje por el norte de Benin y de Togo. Muchas fiestas de inauguración, seguimiento de proyectos, muchas visitas para valorar posibles proyectos,… Lo hemos intentado contar, con algunas lagunas provocadas por la ausencia de cobertura.
Trabajar en la periferia es lo que tiene. A veces hay que ir en moto, a veces no hay cobertura, cada discurso o cada debate es un ir y venir de diferentes lenguas, con diferentes culturas asociadas. Es preciso tener todo eso en cuenta, para poder tratar con ellos y para poderlo explicar en unas pocas líneas. Espero haberlo conseguido aunque sea sólo de forma parcial.
Como siempre al salir de Igbere, lo hicimos tras la tradicional foto de grupo con el equipo responsable de nuestros proyectos allí.
Y ayer por la tarde, llegamos a Cotonou, tras un par de paradas. La primera en Dassa, el lugar habitual de la tortilla picante y la cerveza,… aunque sean las 10:30 de la mañana. El segundo, en Allada a algo más de hora y media de nuestro destino. A pie de carretera, unas cervezas y unos frutos secos de los que todavía nos quedan.
El golpe de humedad de Cotonou es bestial. No conozco otro lugar igual,… y conozco muchos.
El año pasado le tuvimos que dedicar un par de días a Cotonou, por cuenta del COVID. Leer crónica 2022. Este año, por fortuna, con uno despachamos el trámite.
Eso es para nosotros Cotonou,… es el paso imprescindible para viajar al norte, que es donde trabajamos y donde nos sentimos a gusto. Hemos aprendido a convivir con los muchos problemas y con las pocas ventajas que tiene el norte.
Una tierra muy dura con múltiples etnias, otras tantas lenguas,… pero sin dobleces. La gente no tiene pero comparte y lo hace con una sonrisa, con sencillez, sin valorar el gesto más allá de la acogida. La tradicional acogida africana.
Por eso nos esforzamos en aceptar lo que nos dan, independientemente de lo que nos digan en el Centro de Vacunación Internacional,… shukutu, vino de Palma, agua, comida local,… lo que sea que nos den. Ellos aprecian el gesto y disfrutan viendo nuestras muestras de agrado. Tenemos esa suerte: disfrutamos con esas pequeñas cosas.
En Cotonou, recogimos el encargo de los manteles que encargamos a las chicas del centro de acogida y formación de Sirarou. Nos los han dejado en la Casa Regional de la Sociedad de Misiones Africanas en Cotonou. Nuestra última sede en Benin. Un entorno conocido y muy acogedor.
Hoy por la mañana hemos hecho las visitas habituales. Centro de artesanía, el restaurante Flor sur Mer,…
Pequeños lujos de unos “norteños” de turismo en Cotonou.
El resto de las actividades también las de siempre. Ordenar las maletas, pesarlas y conseguir que las maletas grandes de bodega pesen menos de 23 kg y las 4 de cabina pesen menos de 8 kg.
Dejamos Benin, pero ya tenemos ganas de volver,…