Como a cada persona física o jurídica, con el verano nos llega la obligación de ajustar las cuentas con el fisco. Da igual que seas una entidad multinacional con grandes beneficios, una pequeña Organización sin ánimo de lucro o un simple particular pre-jubilado. Pagarás más o pagarás menos, pero las Cuentas hay que presentarlas y ajustarlas a derecho.
Eso es lo que dicen las Normas y lo que afortunadamente hace una mayoría. Pero existe otra mayoría (Somos muchos), que decide por su cuenta subirse a la espalda de la otra mayoría y no contribuir a los gastos comunes en proporción a sus ingresos o su riqueza. Algunos incluso utilizan la figura jurídica de las Fundaciones para generar un entramado que les permita conseguir sus objetivos de insolidaridad tributaria,… y social.
El pasado 4 de marzo, publicaba un post titulado “La confianza, un bien escaso” y siguiendo con la clásica definición económica,… “y además, susceptible de usos alternativos”. Por ello, por esa disminución de la confianza en ONG’s y ONL’s, las propias Organizaciones integrantes del Sector, debemos tomar cartas en el asunto. No podemos permanecer más o menos impasibles, esperando que otros nos arreglen el problema y quejándonos mientras, de la disminución de confianza en un sector que depende de ella. Si perdemos esa confianza es probable que nunca la recuperemos.
En un Sector donde la confianza es un valor insustituible, es preciso ir mucho más allá de la normativa legalmente aplicable. Una de las enormes fortalezas de un Sector tan basado en la confianza como el Financiero, está basada en eso. En ir mucho más allá de la legalidad. En eso no sólo ha contado la voluntad del propio Sector, consciente de que era preciso contar con la confianza de los Clientes, sino también con la insistencia del Organismo Regulador (Banco de España) que legisla e interpreta esa legislación de la forma más exigente posible.
Quizá por haber trabajado muchos años en Banca, hecho de menos a ese Regulador único e intervencionista, pero quizá por eso también he generado el management necesario para saber que es preciso traspasar barreras. Quizá por eso, en la Fundación Alaine hemos decidido mantenernos sin gastos de estructura, como indicador ideal de que cada euro invertido por nosotros o nuestros donantes, socios y colaboradores, llega íntegro al destino enunciado. Quizá por eso también, hoy decido presentaros no sólo las cuentas anuales, sino la explicación de las mismas. Las tenéis en la web de la Fundación Alaine. Sólo tenéis que registraros y descargarlas.
Como explicación adicional, en 2007, nuestros únicos gastos fueron:
- 1.200 euros como patrocinio del Festival de Navidad. Su rentabilidad queda fuera de toda duda si leéis la Memoria 2007
- 7,25 euros de ¡GASTOS BANCARIOS! Qué se la va a hacer,… Menos mal que al menos nos pagan un buen tipo de interés.
Es evidente que cada vez existe una mayor conciencia social en el Primer Mundo. Quizá por eso puedan aparecer organizaciones espurias que tratan de aprovechar el filón recaudatorio. Pero es también por eso, por lo que es preciso movilizar al Sector hacia una profunda reflexión que impida que algunos advenedizos malintencionados, se apropien – y malgasten – la imagen y trayectoria de una gran mayoría de ONL que con mucho esfuerzo – individual y colectivo – consiguen poner un rayo de esperanza en muchas miradas.