Cuando hablamos de Brechas, entre Mundos, hablamos de muchas cosas. Demasiadas para un solo post. Entre otras cuestiones resaltamos el diferente efecto que tiene la “civilización”, sobre el Ártico y el Antártico. El primero acosado por el “norteño” primer mundo y el segundo rodeado por países menos industrializados, menos poblados y alguno más civilizado. Estaríamos hablando de Cambio Climático, pero hasta en eso desiguales.
Pero, efectivamente, las brechas son muchas. Social, cultural, económica, tecnológica, digital y ya hemos comentado que incluso climática
Hoy en relación con la brecha norte sur, quiero abordar la brecha tecnológica. Al hacerlo, lo primero que observo es que se trata de una cuestión que presenta múltiples facetas.
En primer lugar, estamos ante un problema de honda raigambre. Su origen parte de las primeras industrializaciones. Luego el asunto no ha hecho sino empeorar. Cuando la humanidad se empieza a valer de “elementos” diferentes a los de la mera subsistencia, se inicia el despegue tecnológico de “unos” y el retraso comparativo de “otros”. A partir de ahí las mayores capacidades de los “unos” aplicadas en la auto-mejora sin preocuparse de los “otros”, agudiza la brecha. He llegado a leer que se trata de una función exponencial. ¿Por tanto irresoluble?. Quiero pensar que no.
En cualquier caso, estamos ante un reto con muchos frentes a atacar. La mera transferencia tecnológica no es suficiente. Resultan imprescindibles además “trasvases” de Formación, infraestructuras viarias y energéticas, refuerzo en las instituciones, por supuesto Hw y Sw,…
Luchar contra la “brecha digital” en primera derivada se me antoja pueril. ¿De qué me sirve un ordenador con conexión a Internet, vía satélite, si no tengo dónde enchufarlo, si no sé usarlo, si tengo que dedicar muchas horas al día para conseguir mi dieta de subsistencia, … ¿Para qué?. ¿Para ser aún más consciente de lo bien que se vive en el primer mundo y subirme a la primera patera que salga de mis costas?
Parece fundamental , por tanto, reforzar, la formación que sustente el avance que puede suponer ese aporte de ordenadores con conexión a la red.
¿Y si tengo educación incluso universitaria? ¿Es ya suficiente? Una vez más no. En Haití – por ejemplo – más del 80% de la población con
estudios universitarios vive fuera del país. Este país ocupa el puesto 154 de 177 en el Índice de Desarrollo Humano. En Haití hacen falta agrónomos, biólogos, ingenieros o médicos, pero sus titulados acceden a puestos en el exterior con salarios 15 ó 20 veces superiores.
¿Todo se pierde?. Una vez más no: al menos queda el aporte al PIB local que suponen las remesas de estos emigrantes. Útil pero triste consuelo.
¿Y las inversiones extranjeras? Es cierto que crecen exponencialmente, pero no es menos cierto, que más de la mitad se dirige a los países productores de petróleo. ¿Será porque nos interesa al primer mundo?.
Otra gran partida monetaria va dirigida a la Ayuda Humanitaria. ¡Excelente! pero en el plano que hoy abordo esto sólo hace a los países pobres más dependientes. En cambio, dentro de las inversiones foráneas, las cantidades destinadas a la formación e investigación, sólo afectan al 3,6% del total de ayudas.
Por último, destacar que el 70% de la fuerza laboral de los 50 países menos adelantados (PMA) trabaja en al agricultura. Pese a ello, sólo se les dedicó el 0,03% de su PIB ¡AGRÍCOLA!
¿Entonces, cuánto me preocupa que de cada 1000 habitantes, en los PMA tengan 58 líneas telefónicas fijas o móviles y 17 usuarios de Internet, frente a los 1321 teléfonos ó 563 usuarios de media en los países de la OCDE?
Efectivamente, ¡mucho! pero es preciso construir una presa antes de llenarla de agua. ¿Cómo?. En mi opinión y una vez más poco a poco. En primer lugar logrando cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU. En ellos, no se habla de brecha tecnológica sino de los problemas de base. Por eso desde la Fundación Alaine queremos financiar más y más colegios. Queremos becar a más y más personas que se queden en sus países y ayuden a que salgan de la actual espiral de pobreza.
A partir de ahí, … el FMI en su último informe sobre las perspectivas de la economía mundial, habla de “que persiste el riesgo de un ajuste desordenado de los desequilibrios globales” O sea, que vamos a peor.
Por último, enlazo un informe sobre la brecha digital en España. Me parece de enorme utilidad, sobre todo para demostrar, que regiones que hasta hace poco estaban en nuestro “furgón de cola”, ahora ocupan posiciones mucho más destacadas y meritorias. ¡Que cunda el ejemplo!