Esta noche habrán pasado 5 años.
Esta noche volveré a mirar a las estrellas, como todas las noches desde entonces. Desde la puesta de sol busco entre las estrellas. No quiero esperar a que estén todas juntas y ya casi no pueda distinguir unas de otras. Quiero verlas aparecer poco a poco. Irlas viendo de una en una y pudiendo establecer si es o no. Si esta sonriendo o no. Si me ha visto a mi o no.
Al comienzo, cuando las miraba, siempre me parecía que sonreían. Incluso me parecía que me sonreían a mi. No sé si sería de verdad o si eran mis ojos húmedos los que hacían que lo pareciera. Tenía tanta necesidad de que lo hicieran que cada noche confiaba que fuera la primera en la que pudiera encontrar mi estrella. Estaba seguro que una vez que la encontrara, seguro que me sonreiría.
Fueron pasando las noches y con ellas las semanas, los meses,… y entre todos ellos se fueron juntando en años. Y ya han pasado 5. Esta noche se habrán cumplido 5 años desde que tuvimos que empezar a buscar Su inmensa Sonrisa entre las estrellas.
Esta noche, como cada noche desde entonces, volveré a mirar a las estrellas. Afortunadamente ahora ya sé que sonríen para mi,… aunque no pueda verlo. Ahora ya sé que Su Sonrisa está en todas ellas. Es sólo que a veces me olvido que hay que mirarlas con un corazón de niño.
Del Principito,… que seguro que ya es buen amigo de Alaine:
- Por la noche mirarás las estrellas. La mía es demasiado pequeña para que te muestre dónde se encuentra. Es mejor así. Mi estrella será para ti una de las tantas estrellas. Entonces, te gustará mirar a todas las estrellas. Todas serán tus amigas. Y además voy a hacerte un regalo…
- ….
- Cuando por las noches mires al cielo, al pensar que en una de esas estrellas estoy yo riendo, será para ti como si todas las estrellas riesen. ¡Tú sólo tendrás estrellas que saben reir!
- Y volvió a reír.
- Y cuando te hayas consolado (siempre se encuentra consuelo) estarás contento de haberme conocido. Serás siempre mi amigo. Tendrás ganas de reír conmigo. Y abrirás de vez en cuando tu ventana, así, por placer… Y tus amigos se sorprenderán de verte reír al mirar el cielo. Entonces les dirás: “Sí, las estrellas siempre me hacen reír !” Y ellos te creerán loco. Te habré jugado una muy mala pasada…
- Y volvió a reír.
- Será como si te hubiese dado, en vez de estrellas, montones de pequeños cascabeles que saben reír…