De la charca a la escuela

Hoy hemos ido a Bouda. Estuvimos la primera vez en 2019 (leer Cronica 2019). Vimos cómo y dónde cogían el agua y decidimos financiar una perforación para suministro de agua. Volvimos en enero de 2020 y celebramos con ellos una fiesta de las que se estila por aquí. Os lo contamos entonces (leer Cronica 2020)

Aquel fue “el punto de partida” A partir de ahí normalmente todo suele evolucionar de la misma manera. Huertas, escuela,… En este caso, la financiación la aportaron desde el Grupo de Cooperación, “POZOS DE VIDA” La perforación de Bouda fue su primer proyecto. Después, vino Peulwyel y decidieron apoyar también las huertas y la escuela de Bouda.

Cuando hemos llegado esta mañana hemos visto que la bomba sigue gozando de muy buena salud

Pero no pasa lo mismo con las huertas,…

Suele pasar en muchos lugares que las mujeres abandonan las huertas durante la estación de las lluvias y se dedican al “campo” durante esos meses lluviosos (junio a octubre) y durante los meses de la cosecha. Hay que tener en cuenta que de ese trabajo debe salir el grano para todo el año. Ahora estamos llegando al momento en el que todas quieren volver a comenzar, pero se encuentran con el problema del vallado para que no entren los animales.

El año pasado hicieron varias huertas alrededor de la bomba de agua y las vallaron de forma artesanal. Este año les hemos dicho que hagan solo una huerta y que la repartan interiormente en planchas para cada mujer. Les hemos ofrecido nuestra ayuda para COMPARTIR el esfuerzo de vallar el terreno. Que los hombres colaboren y nosotros les podemos ayudar con los postes necesarios para que la valla sea más firme y duradera.

También hemos tratado de convencerles de que trabajen en la huerta los 12 meses. Sabemos que cada día, incluso durante la estación de lluvias, las mujeres acuden a la bomba a por agua. Por ello al tener junto a la bomba las huertas les debe resultar más sencillo realizar un cierto mantenimiento con las labores necesarias para no perder el ritmo de la huerta. Desde allí nos hemos ido a la escuelita.

Hemos encontrado a los niños y niñas en clase. Nos hemos llevado una gran alegría al escucharles cantar y recitar en francés. Todos han rivalizado por declamar una breve poesía en la que querían ser como ALAINE, que no quería que hubiera pobres y ricos y terminaban diciendo que cuando fueran mayores, ayudarían a los pobres.

Los niños y niñas de Bouda: de la charca a la escuela

Tras saludar al maestro y a los niños, han entrado los mayores, hombres y mujeres. Y hemos entablado el habitual diálogo. Tras los agradecimientos de rigor han llegado las peticiones. Quieren ayuda para pagar el maestro. Nos hemos negado porque hay más poblaciones en las que hemos construido y construiremos escuelas semilla y el acuerdo es siempre que la población paga al maestro hasta que la escuela sea “oficial”. No podemos sentar un precedente porque la noticia correría como la pólvora. En cualquier caso estaremos atentos a través de las Terciarias Capuchinas para que no decaiga el esfuerzo.

En todo caso las buenas noticias no acaban ahí. La escuela de Bouda cuenta con el apoyo del Director de la escuela de primaria de Monno, la población más cercana y su recomendación es muy importante a la hora de conseguir la oficialidad. Os lo contaremos.

Escuela semilla o comunitaria de Bouda

Tras las conversaciones ha llegado la fiesta y los regalos: un saco de ignames, gallinas, grano,…

En Bouda hemos conocido también la pequeña historia de una chica que no ha sido escolarizadla y que vive con su tía. Ella quiere ser costurera y le gustaría ir a estudiar al Centro Artesanal de las hermanas en Nikki, pero no puede colaborar en su manutención. En la actualidad, acude cada día a la escuela de Bouda con el “Akassa” para los niños a cambio de 25 francos CFA cada uno. (no llega a 4 cts de euro).

Estaba preocupada por su situación y por nuestra parte nos hemos ofrecido a tratar de encontrar alguna solución. Lo hablaremos el domingo que es cuando nos toca revisar las cuentas del año 2021 y planificar el 2022 con las hermanas.

Cuando nos marchábamos hemos visto a los niños y niñas en el recreo. Unos esperando por su akassa y otros buscando un lugar para comérselo.

Con la alegria de las mujeres en el recuerdo, hemos regresado a la Misión, no sin poder comprobar que muchas de las casas de Bouda han mejorado su aspecto cubriéndolas con material más moderno y duradero.

Por la tarde hemos tenido lo que por aquí definen como “soirée recreative”. Las chicas de la escuela de costura nos han obsequiado con sus bailes y la clásica representación de “las niñas a la escuela”, el personal sanitario y las mamás con niños hospitalizados nos han ofrecido la representación del curandero y del “locotoro” (médico).

La mamá con el curandero
La mamá con el “locotoro”

Cantos, bailes,… y nos han pedido participar. Lo hemos hecho con nuestra propia representación. Hemos tratado de hacerles llegar nuestro trabajo de una manera gráfica. Como siempre les digo somos “llamadores de puertas”. Unas se abren y otras no, pero afortunadamente tenemos muchos amigos que nos ayudan a compartir el esfuerzo de financiar los diferentes proyectos.

También aquí nos hemos topado con una de esas historias que nos dejan sin palabras. Hace unos días llegó al Centro una abuela con su nieta desnutrida. La mamá había muerto en el parto. Habitualmente eso supone que se considere “cri cri” a la niña. Embrujada y condenada.

El papa tiene más mujeres y la abuela optó por llevar a la niña al centro dado su estado de desnutrición. La niña se está recuperando, pero es preciso buscar una solución definitiva. Con suerte no estaba lejos. La maestra de costura tiene sólo un hijo y no puede tener más por un problema de salud. Con el permiso ya obtenido del papa están haciendo los papeles para que en 6 meses la niña tenga un hogar en el que pueda desarrollarse sin cargar lacras de una tradición sin sentido. Hasta entonces las Terciarias Capuchinas harán un seguimiento de la niña.

Y mañana seguiremos con el trabajo por los poblados que rodean Nikki. Dedicaremos nuestro trabajo a otra mamá, la de nuestros amigos Javi, Bego y Pedro. Hoy nos ha dejado un poco más solos. Que la tierra le sea ligera.