¡Bienvenida Aline!. Esta semana llegas a España. Llegas a España desde tu casa en Benín. Inicias el final de un largo proceso que todos sabemos que culminará con éxito. Muchas han sido – y serán – las personas que han colaborado – y colaborarán – en ello. ¡Salvad a Aline! Todas excelentemente dirigidas. Ningún esfuerzo colectivo suele ser tan eficiente de no estar tan bien orquestado.
Como en una medalla olímpica, aquí tampoco existe el éxito individual. Cada atleta que aspire a una medalla debe tener determinadas aptitudes, pero además debe contar con nervios de acero, un adecuado entrenamiento, fuerte motivación, capacidad de resistencia, algunas dosis de oportunidad,… y un montón de cosas más que sin duda se me olvidan y que no dependen de uno mismo.
Bienvenida Aline. Esta es tu casa,… hasta que te recuperes. Después, sabemos que hay mucha gente que te espera en Benín. Pierre, tu padre y muchos más. El logro de tu recuperación y tu testimonio allí son muy importantes. No porque les hables de nuestro “endemoniado primer mundo”, sino porque ahuyentes algunos demonios del tuyo. Porque les hables de las buenas personas que has conocido y que son capaces de marcar la diferencia,… en cualquier parte del mundo. Por su tesón, por su capacitación, por los medios disponibles, por su accesibilidad, por su generosidad,… por tantas y tantas cosas tan necesarias para tu recuperación e inaccesibles en Kalalé, tu pueblo natal
Este caso, lo conocimos en nuestro reciente viaje a Benín. Entonces la posibilidad era poco más que una quimera,… un ferviente deseo,… La Providencia, de la mano de unas cuantas buenas personas ha hecho que aquella posibilidad sea en este final de agosto, una realidad cercana a convertirse en un rotundo éxito.
En este caso, no ha participado directamente la Fundación Alaine. Hemos colaborado nosotros a título individual. Un poco. En la parte fácil. No podíamos dejar pasar la oportunidad. Eran demasiadas las coincidencias. Père Marcos nos hizo la propuesta el ¡16 de julio!. Aline se parece mucho a Alaine. ¡Menudas sonrisas!. Seguramente hubieran podido ser buenas amigas. Aline tiene 17 años,… casi como Alaine. Aline tiene un tumor en la cabeza,… casi como Alaine. El de ella, tristemente crecía sin parar. El de Aline no. Está calcificado. Y en esos “casis” radica la diferencia para que seguramente Aline vuelva a Benin plenamente recuperada.
Por detrás quedará la visión de algunas personas que creyeron que era posible mucho antes de que a los demás nos lo pareciera. La visión y la capacidad de movilización que ha conducido al esperanzador resultado final. ¡Enhorabuena Marcos! Esto ya es una victoria. Un rotundo éxito. Va a estar en las mejores manos.
Nunca habíamos soñado con las semifinales y en estos momentos aspiramos al oro. ¿No os parece fantástico?. Ahora rezad que siempre ayuda.
¡Bienvenida Aline! y ¡Bienvenida también su madre, Marie Reine!
hola Querido Ramón,
Pues un enorme Enhorabuena desde Portugal.
Me recuerdas a Alejandro el Grande : ‘si no encontramos el camino entonces construiremos nuestro própio camino nosotros’…
Es lo que claramente estás haciendo, sin dudas; de forma admirable, y solamente haces, no haces ruído.
Esta história de Aline es buen ejemplo que la realidad por veces es más sorpreendente que la ficción. Haces muy muy bien en catalizar en Aline todo lo que Alaine te ha siempre merecido.
El mundo parece estar en una fase de cámbio, mueren los osos que eran al parecer perpétuos, surgen otros desafios, emergen otras realidades …
yo he vivido muchos años en Angola, 5-21 años de edad – he compartido mi vida con los nativos, he conocido gente en Quénia, en Tanzania, en África oriental, y bien las islas Cabo Verde en el Atlántico.
Creo que de esfuerzos sumados como los de Fundacion Alaine emergirá una nueva realidad africana, en algunos años se logrará minimizar o bien mitigar los males endémicos que condemnan estas buenas gentes al abrazo a la miséria que observamos continuamente.
Para ti, Ramón, el agradecimiento en abstracto que conlleva el aplauso de todas las personas de mis relaciones con quienes comparto tu nueva etapa.
para Aline, suerte, mucha suerte para tu futuro.
António Andrade