Igbomakro y Dogué son dos poblaciones de la Región de la Donga, en el norte de Benin. Concretamente están ubicadas en el Distrito de Bassila y separadas entre si por 5 km de una deteriorada pista de tierra. Se encuentran, ademas, muy alejadas de las infraestructuras de educación o sanidad de la zona. Por ello, la Fundacion Alaine ya ha financiado allí una maternidad / dispensario que muy pronto estará a disposición de sus Habitantes
Nuestra Contraparte en la zona es Pepe Guirau, un misionero Comboniano. Con él recorrimos la zona en nuestra visita del pasado mes de marzo. El nos anticipó lo que nos íbamos a encontrar y nos contó su pequeña historia.
Cada una de las poblaciones cuenta con un centro para la escolarización primaria. Edificios de barro y paja hechos por la Asociación de padres de alumnos y el profesorado financiado por el estado. El numero de niños y niñas en ambos centros es de mas de 500. Hace dos años se enfrentaron al problema de la continuidad de los estudios para los que terminaban la Primaria. Necesitaban un centro de secundaria, pero ninguna de las dos poblaciones tenia a su disposición los medios necesarios.
Como casi todos los pueblos que son vecinos, sea en el hemisferio norte o en el sur, se tienen entre si una mas o menos razonable rivalidad. Este caso no es una excepción, pero conscientes de la necesidad de unir fuerzas, decidieron colaborar y comenzar juntos un centro de secundaria entre las dos poblaciones. Allí celebramos nuestra reunión. A 2,5 km de cada una.
Tomada la decisión y con la conformidad de las autoridades tradicionales (Jefe de la Tierra, ancianos,…) politicas, administrativas y religiosas (Imán, Pastor, Misionero, Tradicional), las Asociaciones de padres respectivas comenzaron a financiar sendos edificios de 2 aulas cada uno que ya se encuentran con el grado de avance que se puede ver en las fotos. Entre ellos, un barracón de barro con dos aulas, hecho con el trabajo de padres y alumnos, da cobijo a los dos primeros cursos del primer ciclo de secundaria.
Las condiciones de las dos aulas que están actualmente en uso son absolutamente deplorables y a partir del mes de octubre con el comienzo del curso 2014 – 2015, necesitarán tener disponibles 4 aulas al tener que afrontar un curso más y necesitar otra aula para el más que seguro desdoble del curso inicial del ciclo, por el fuerte aumento del numero de chicos y sobre todo de chicas que llegan desde las Primarias respectivas de cada población. Y es que el atractivo de poder continuar los estudios “sin salir” del entorno familiar ha hecho que se incremente notablemente la matricula de chicas. Como querría Alaine.
Según el Comité de seguimiento de los Objetivos del Milenio de la ONU, alcanzar el 90% del objetivo numero 2 (Escolarización primaria universal), no es posible sin que, al menos, exista una capacidad de escolarización en secundaria del 35%
De eso se trata. En Bougou, Boukka y Kalale, ya se han financiado y están en uso, las infraestructuras necesarias para que puedan acabar el Bachiller sin salir de sus entornos familiares. Eso ha hecho que se dispare el numero de chicas que llega a culminar la Terminal y saca adelante el examen estatal de BAC. El salto cualitativo que eso supone para el futuro de esas chicas, de sus hijos e hijas y para el desarrollo colectivo de sus poblaciones es enorme. Para potenciar ese efecto debemos tratar de extrapolar el modelo en mas lugares que como Igbo – Dogué, estén dispuestos a trabajar codo con codo con la Fundacion Alaine,… y siempre con el apoyo de vuestra ayuda.