Proyecto agropecuario en Kpakpaliki

776px-Donga_communesKpakpaliki pertenece a la Alcaldía de Bassila y está situado a 15 kms de Manigri en la carretera (pista de tierra) que une Manigri con Warí-Maro, en la carretera rural de Parakou, Kpakpaliki es un aglomerado heterogéneo de pequeñas casas y grupos dispersos de familias campesinas provenientes del norte del Bénin. La zona, boscosa y fértil, es explotada sin escrúpulos por comerciantes madereros que esquilman el bosque con la complicidad de los guardias forestales. La ignorancia de la gente, la falta de oportunidades, la búsqueda de dinero fácil, la corrupción… son el caldo de cultivo de esta situación lamentable.Contraparte local: José Girau, Misionero Comboniano

Hace 45 años los misioneros llegados a Manigri construyeron una pequeña capilla a la entrada de Kpakpaliki. Poco después, se creó en el mismo lugar un centro de promoción agro-pastoral dadas las características climáticas favorables de la región. El documento de donación del terreno (20 hectáreas de bosque), firmado por sus propietarios de Kikele, se encuentra hoy en los archivos de la misión de Manigri.

Enfrente de la capilla, al otro lado de la carretera, se construyeron varias casas de adobe con techo de aluminio para albergar a los trabajadores, algunas estructuras para la cría de animales (gallineros, porquerizas)… y una casa grande para albergar a la comunidad religiosa (de 3 Hermanos benineses) que se responsabilizaría del proyecto. Una vez puesto en marcha, el proyecto se consolidó (de 1985 a 1990), se plantaron árboles, se construyó una serrería, creció el ganado vacuno, porcino, las ventas aumentaron… pero desafortunadamente los problemas de organización, la gestión deficiente, el aislamiento… hicieron que el proyecto entrara en crisis y que la comunidad religiosa se debilitase. Al final, los trabajadores se dispersaron. Fue el punto final de un proyecto que había nacido para consolidarse pero que sucumbió por los fallos de una gestión y un acompañamiento a todas luces insuficientes.

Así la encontraron los misioneros combonianos a su llegada a Manigri, en diciembre del 2010. Una o dos familias siguieron ocupando las casas deterioradas y cultivando pequeñas parcelas de tierra, instando a otras familias (lokpá, peul…) a unirse al grupo y construir sus casas en el terreno de la misión, sin ningún tipo de autorización previa… La parroquia tuvo que intervenir con firmeza para recuperar las tierras invadidas. Este año, con la restauración de las casas e instalaciones, las cosas han tomado un nuevo cariz.

En los últimos años, el desinterés por el lugar se había generalizado debido a la falta de agua y el deterioro creciente de las instalaciones. Gracias a Monseñor Paul Vieira y al trabajo de los misioneros combonianos de la parroquia de Manigri, Kpakpaliki ha vuelto a recuperar su dinamismo. Una nueva capilla ha sido construida en el lugar de la antigua. El problema de la escasez de agua ha sido resuelto con una “perforación” de 48 metros de profundidad que proporciona el agua necesaria para el lugar.

IMG_1314Se ha construido el “chateau d’eau” (depósito de agua) e iniciado la restauración de las antiguas casas e instalaciones para empezar un nuevo proyecto agro-pastoral. Dos jóvenes de confianza, preparados en el Centro Songhai de Savalú, se encargarán de coordinar el proyecto. Cinco trabajadores jóvenes y dos matrimonios de la etnia ditamarí han dado ya sus nombres para formar parte del equipo. Vivirán en las casas construidas para ellos.

Se trata de un proyecto de cría de animales y promoción agrícola. Su finalidad es la de ofrecer a jóvenes trabajadores un trabajo digno que mejore sus condiciones de vida, responsabilizándoles de la gestión del proyecto y de sus beneficios. Con el tiempo, y en colaboración con el Centro Songhai de Savalou, podríamos ofrecer, a los jóvenes que lo soliciten, un tiempo de formación práctica, en el ámbito agro-pecuario.

El presupuesto necesario es de algo más de 20.000 euros (desglose en la siguiente página), de los que la Diócesis responsable de la zona ya ha aportado 5.000 para la perforación de un pozo (forage) que garantice el agua para el proyecto.

Necesitamos, por tanto 15.700 euros para poder poner esperanza en el futuro de muchas familias sumidas en economías de estricta supervivencia, que no pueden dar a sus hijos e hijas una dieta nutricionalmente adecuada ni les puede vacunar o enviarles a la escuela. Son muchas y muy positivas para los niños y niñas de la zona, las consecuencias de sacar adelante este proyecto. ¡¡Contamos contigo!!

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