Como la mayoría de las cosas necesarias en este mundo, el agua es escasa y susceptible de usos alternativos. Para cualquiera de nosotros, en el “norte”, el agua es un bien común. Se trata de algo que es prácticamente ubicuo, accesible en cualquier lugar de nuestro entorno y saludable. No tenemos que competir por su uso ni en calidad ni en cantidad y todo ello a un coste muy reducido.
Por estos lares en cambio la situación cambia radicalmente. El agua no es ubicua, no es accesible, no es saludable,… Y se trata de un bien que es preciso compartir con los vecinos sean de la especie que sean y con muy diferentes usos sean o no compatibles.
En los años que llevamos en la zona y mas en concreto en Gbessasi hemos podido ver cómo se evoluciona desde una situación a la contraria. En 2009 pudimos ver en el riachuelo de Gbessasi niños jugando, mujeres lavando la ropa, otras cogiendo agua o bañando a sus hijos. Todo ello junto a otros habitantes del río: los cocodrilos que contemplaban atentos lo que pasaba a su alrededor.
Hoy el panorama es muy distinto y aunque las mujeres siguen lavando en el rio el agua saludable ya “sube” al pueblo merced a una bomba con grifo elevado donde las mujeres cargan el agua para la casa. Lo que no ha cambiado es que sigue siendo la mujer la responsable.
Por otro lado, hoy ha tocado pesar los peces de la prueba piloto de piscicultura. Una muestra de 30 clarias nos ha dado la ganancia mensual. La cosa marcha. Pronto estaremos listos para proyectos en mas lugares,…
