Este año la situación desde el punto de vista de salud nutricional es mala y va a peor. En todo el mundo.
Los organismos internacionales como la OMS, UNICEF, la FAO, el Programa Mundial de Alimentos,… entre otros, alertan de que no solo no se están obteniendo avances en la lucha contra el hambre, sino que se está retrocediendo de forma importante. En este momento el consenso es que “no se va a conseguir ninguno de los Objetivos de la Agenda 2030” ¡y aún faltan 7 años! En concreto desde el punto de vista de seguridad alimentaria el panorama es desolador y se estima que, no solo no se ha avanzado, sino que la situación es peor ahora que en el 2016, el año siguiente al establecimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Y la culpa no es de la pandemia,… al menos en nuestra zona de trabajo (Benín, Togo y Níger). La explicación, como casi siempre, es multifactorial, pero con fuertes tendencias negativas en todos los casos.
El equilibrio económico de los habitantes del norte de Benin y de Togo o del suroeste de Níger, era ya muy precario. Por ello nuestro esfuerzo era – y sigue siendo – crear actividades generadoras de ingresos para que las familias, con su trabajo, puedan reforzar sus economías y encarar su futuro con una cierta seguridad. Pero no llegamos a todos y hay muchas familias que se encuentran ante una grave situación de deterioro nutricional.
Por sólo citar algunas causas,…
El grano de Ucrania ha dejado de llegar,… eso irrigaba las zonas en desarrollo, del grano que canalizaban los grandes organismos internacionales y la Ayuda Oficial al Desarrollo. Al que no le llegaba el grano, aún se beneficiaba de los bajos precios del producto local, al reducirse la demanda. Lo malo es que, esa llegada y el recorte en los precios, también desmotivaba a los pequeños productores locales.
La India ha bloqueado sus exportaciones de arroz,… que ¡suponían el 40% mundial!. Intentan proteger a sus familias, garantizando el suministro interior a un precio asequible, pero el efecto que provoca en el resto del mundo es justo al revés.
El cambio climático está provocando que las cosechas locales tengan muy malas perspectivas,… Ya llevamos bastantes años en que muchas familias tienen problemas para vivir de una cosecha hasta recoger la siguiente. Eso provoca desnutrición, éxodo rural,…
El gobierno nigeriano ha suspendido las ayudas a los combustibles,… una ayuda “en especie” y a bajo coste, que recibían los ciudadanos nigerianos por el mero hecho de serlo, en un intento de que la principal riqueza del país (petróleo) repercutiera en todos los habitantes. El hecho era que ese combustible se comercializaba en Benin a un precio inferior al oficial de las gasolineras y servía para sostener negocios de muchas familias beninesas como taxi moto, … y a las familias nigerianas les completaba sus ingresos. Ahora todo eso se ha venido abajo generando más pobreza e inestabilidad.
La amenaza de conflicto bélico provocado a partir del golpe de estado en el vecino Níger,… de momento ha bloqueado las fronteras. Las cebollas y el arroz nigerino no llegan al norte de Benin y al día de hoy, hay más de 1.000 camiones bloqueados, que no pueden entrar en Niger y que están viendo cómo se estropean sus mercancías. Más familias en quiebra y mercados totalmente desabastecidos en Niger. Y la amenaza de otra guerra.
Todo ello está provocando ya que los alimentos, en nuestra zona de trabajo (Benin, Togo y Niger), escaseen y que los precios se disparen a cotas inalcanzables para la mayoría de las familias.
Eso nos ha llevado a reforzar nuestra Campaña anual de Salud Nutricional, añadiendo a los habituales apoyos a los Centros Nutricionales como el de las Terciarias Capuchinas de Nikki, un nuevo fondo rotativo para graneros de seguridad alimentaria e incluso crear pequeños bancos de alimentos para los dos meses que faltan hasta que llegue la cosecha. Contamos los detalles en este breve informe.
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