Hoy la jornada ha comenzado más temprano de lo habitual. El sol nos ha saludado cuando llegábamos a Bassila. Durante un buen rato hemos circulado con el sol a la izquierda y la luna a la derecha. Directos al sur.
Pero enseguida se nos ha acabado el buen asfalto y hemos vuelto a tener que serpentear por la carretera, de un lado al otro. En Benin hay un dicho que conocimos de mano de una de nuestras contra partes más antigua: aquí los baches no se evitan, se eligen.
Afortunadamente han sido pocos kilómetros.
Mientras tanto la vida ha ido siendo más activa en ambos lados de la calzada. Pese a ser sábado, por estos lares se madruga mucho. Ya os contamos cómo es la vida junto a la ruta, cuando comenzábamos con nuestro trabajo, camino del norte.
A eso de las 9:30 hemos llegado a Dassa, un buen lugar para repostar en todos los sentidos. Una vez rellenado el depósito del coche, hemos acudido a nuestra tradicional cita con el bocadillo de tortilla picante.

En Dassa, se juntan las rutas del norte hacia el sur. Las que llegan de Parakou o desde Djougou. Eso hace que a partir de Dassa el tráfico se incremente de una manera notable.
Hoy, además a la vista del tráfico que encontramos de frente, debieron desembarcar ayer en el puerto de Cotonou, muchos coches (semi nuevos y semi antiguos), que circulan con permisos de circulación de 24 horas, en el término de las cuales deben llegar al Níger, norte de Nigeria, Burkina,… Son un peligro por su temeraria forma de conducir. Los que ahora nos encontramos de frente llevan buena parte de la noche conduciendo y por lo que sabemos, para eso se suelen ayudar con algo de “química”
El viaje ha sido cualquier cosa menos tranquilo. Pese a ser sábado, el tráfico de entrada y salida a Cotonou era endiablado y como siempre,… cada uno “a su bola” y si cuela, cuela.
En unas 7 horas ya estábamos en la casa regional de la Sociedad de Misiones Africanas en Cotonou. Un oasis en una locura de ciudad.

Mañana nos haremos el preceptivo PCR para viajar, rellenaremos el formulario para pasar por Bruselas (PLF) y el formulario para llegar a España (SpTH). También tendremos que hacer el Checking on line,… Con todo ello generaremos una colección de códigos QR que, junto al NEGATIVO del PCR, deberían servirnos para llegar a casa sanos y salvos.
O sea que más vale que tengamos una buena conexión o vamos a sudar la gota gorda. Os lo contaremos.
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