En el norte de Benin la actividad comienza mucho antes del amanecer. Los primeros días casi no necesitamos despertador. A eso de las 5:00 de la mañana la llamada a la oración de los musulmanes nos despierta y nos predispone a la actividad. Pronto nos acostumbramos, ¡media vuelta! y a seguir durmiendo. A eso suele ayudar el creciente cansancio que vamos acumulando.
Hay otro ruido matinal habitual y anterior a la salida del sol. Las mujeres pilando ñame. La comida típica del norte. Un rítmico golpear madera con madera. La mezcla suele generar una cacofonía agradable a la que se suelen apuntar los gallos que reclaman su rol”despertador”
Hoy también nosotros nos hemos levantado antes que el sol. Los domingos tienen la misma rutina de cantos musulmanes, pilado de ñame y de kikirikís. Hemos salido temprano para acudir a la misa de domingo, junto a las Terciarias Capuchinas. Aquí no existe un horario amplio de misas ni múltiples iglesias como existe en nuestra zona. Aquí hay una iglesia y una única misa diaria incluidos los domingos. Eso sí, los domingos es un poco más tarde: a las 8:00. Hay otra diferencia importante: la misa de hoy ha durado 1 hora y 40 minutos,… y ha sido corta. Es preciso tener en cuenta que se utilizan varias lenguas además del francés. En esta zona al menos se añade el batonou, el idioma de la etnia bariba, dominante.
Al salir hemos tenido otro de esos encuentros que hacen que nuestra estancia en el norte de Benin, sea más agradable. Un hombre nos ha abordado y nos ha dicho que hace 2 años estuvimos en su escuela. La escuela Malaika y nos ha recordado una visita que fue muy de nuestro agrado. Enlazo la nota que publicamos entonces. Nos ha hablado de la importancia de la educación para el desarrollo.
A continuación partimos hacia Monno. Hoy necesitábamos 2 coches y pese a la diferencia de antigüedad ha quedado claro que la vida en África es dura incluso para los coches. Sin aire acondicionado y con la servodirección estropeada he tenido que sudar un poco para maniobrar por la pista de tierra hasta nuestro destino. Lo importante: no parar. Así ha sido algo más fácil.
En Monno nos ha recibido Mama Sidonie con un reducido grupo de mujeres. El resto estaban en una fiesta de las que aquí celebran para los funerales de la gente de edad, que han tenido una vida larga. Por lo demás nos han reportado las cuentas de la última campaña del tractor que co financiamos con ellas, junto con la petición del retraso en el pago que nos tenían que hacer tras la cosecha. Solicitan hacerlo en la próxima cosecha debido a las averías de este año en el tractor.
También nos han presentado una herramienta manual para sembrar. Un rodillo con un sencillo y robusto mecanismo que les permite plantar de una manera más sencilla, con menos esfuerzo y mayor eficiencia al enterrar las semillas de una forma y a una distancia regular. Solo se puede utilizar tras el paso del tractor por la tierra, que aquí es muy dura, pero está claro que les va a facilitar el trabajo. Su coste, unos 120 € por unidad.
Cantos, bailes y como siempre, Mamá Sidonie nos ha invitado a comer ñame pilado con pollo y salsas picantes de 2 tipos. Rico, rico,… Todo ello regado con la cerveza local “beninoise” Eso si, bastante caliente. Es decir, que no solo no estaba fría, sino a la calurosa temperatura ambiente local. Esa es otra de las grandes barreras para el desarrollo que existe en el norte de Benin. La total ausencia de electricidad en los poblados les limita enormemente todas sus actividades.
Por último, y como le ha parecido que hemos comido poco, nos ha metido en la furgoneta unos ñames y un saquito de granos de arroz de los que han cosechado aprovechando la estación de lluvias, que este año ha sido generosa aunque tardía.
Hoy añado algunas fotos más que ayer, ya que tras un breve descanso, hemos tenido tiempo y cobertura para descargarlas reduciendo el tamaño para poderlas subir al blog. Espero poder seguirlo haciendo en las próximas jornadas.
Espero y deseo que estas crónicas sean de vuestro agrado. Podría ser una buena idea que las compartierais con familiares, amigos o compañeros de trabajo. Así también nos podéis ayudar a ser más para poder ayudar más. ¡Anímate y comparte!