Se trata de acelerar el proceso de escolarización en aquellos lugares en los que no está ni siquiera iniciado. Aunque parezca mentira son muchas las poblaciones que, aun teniendo un gran numero de niños y niñas, no han comenzado el largo y necesario camino de la escolarización. Son conscientes de la necesidad, pero necesitan un impulso adicional que facilite el suyo.
Hasta ahora lo que hacemos – y de momento seguiremos haciendo – es esperar a que el pueblo construya un barracón y demuestre su interés en la educación de sus hijos llevándoles a clase diariamente. A partir de ahí, se les financia el primer modulo de clases. Entonces, el barracón se desecha completamente.
Existen, sin embargo, muchas poblaciones rurales alejadas de las zonas mas urbanizadas, donde los niños y niñas no tienen ninguna posibilidad de escolarización. Se trata de lugares donde no existen líderes que impulsen mínimamente el desarrollo colaborativo local.
En esos lugares es preciso, además, conseguir generarlos vía formación de adultos, promoción de la mujer, el agua, el emprendizaje,…
Por eso, la propuesta en la Región de Dongá, en la zona de los alrededores de Bougou debe ser diferente. La población se encuentra muy dispersa en una extensa área geográfica. Es preciso avanzar un paso más ayudándoles a realizar un pequeño modulo de una clase que luego se pueda aumentar de tamaño en
la medida de las necesidades y de su apuesta más o menos decidida por la educación.
La forma de construir será con ladrillos de barro que harán los habitantes de la zona. A eso se le añade, con nuestra financiación, un recubrimiento (encofrado) con cemento y unos cimientos también con cemento y varilla metálica. El techo y la estructura serán los habituales. Los padres de los alumnos aportarán su trabajo, la arena, los ladrillos de barro, la madera para los andamios,… Y el sostenimiento de un "repetiteur" que comience a trabajar con los mas pequeños. Los "Jefes de la tierra" ya han cedido los terrenos necesarios.
En resumen, como podéis comprobar, una vez más cooperación en estado puro.
A medida que crezcan los requerimientos en cuanto a numero de niños y a necesidad de cursos superiores, se les irán añadiendo aulas construidas en ese mismo plan, adosadas hasta alcanzar el tamaño habitual de un edificio de cuatro aulas. La ventaja, con este sistema, es que la inversión inicial sigue siendo utilizable. Otra ventaja es que el apoyo del estado debe llegar con mas agilidad al ver que el pueblo esta realizando el esfuerzo necesario y que cuenta con un apoyo adecuado y una correcta orientación. Al tratarse de zonas de gran dispersión habitacional, vamos a financiar también sendos pozos que no sólo nos ayuden para la construcción sino que supongan, además, una clara mejora en el agua que utilizan. Hoy se aprovisionan en riachuelos o en pozos superficiales que improvisan junto a ellos con los previsibles efectos en la población y sobre todo en los niños. No podemos alvidar que la diarrea se lleva cada año a 2.000.000 de niños de menos de 5 años. La mitad en el África Subsahariana.
Vamos a probar el sistema en varios pueblos de la zona de Bougou. En concreto en Yaari, Katoulanga, Atchao y Peteke. Necesitaremos unos 24.000 euros. Seis mil para cada caso.
Eso incluirá el aula, el equipamiento interior, una primera dotación de material escolar y el pozo.
Al utilizar para las paredes ladrillos de adobe, que posteriormente enfoscaremos de cemento, para que las lluvias no debiliten los muros, el importe necesario es poco más de la mitad del que necesitaríamos para un edificio de 4 aulas. Una ventaja adicional es que vamos a iniciar la escolarización primaria en 4 colectivos sin acceso a ella.
En las fotos podéis ver a los niños de Yaari, posando junto a su Profesor y en su escuela de palos y
hojas de palma. También podéis ver ya preparados los más de 900 ladrillos de barro de Katoulanga.
Ya están secándose al sol. Queremos comenzar las obras cuanto antes para que las pequeñas
Escuelas Semilla, estén terminadas antes de la temporada de lluvias. Os lo iremos contando.
También podéis ver el estado de los edificios de Yaari y Katoulanga (los más adelantados) en julio de 2011
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