Centro de acogida en Kara: 2022

Año: 2022

Donde: Kara, norte de Togo

Tipo de Proyecto:  Educación, Mujer

Presupuesto: 41.704 € total

Estado: en ejecución

Objetivos conseguidos: crear un entorno de acogida estable , fuera de las calles, donde puedan formarse y estudiar hasta los 18 años

Una de nuestras principales líneas de trabajo es la educación. En la Fundación Alaine queremos crear oportunidades de futuro allí donde no las hay y para ello queremos conseguir una escolarización de calidad y universal en nuestra zona de trabajo: el norte de Benin y de Togo, una de las zonas con mayor brecha de género en la escolaridad,… ¡del mundo!

En África Occidental existen muchas circunstancias que juegan en contra de la mujer. Muchas chicas e incluso niñas muy pequeñas acaban en las calles tras ser vendidas, casadas a la fuerza, … y en cualquier caso maltratadas e incluso abusadas por aquellos en los que debería tener más confianza. Las calles de Parakou en Benin o de Kara en Togo, se convierten en la única salida a su alcance. Sin escolarizar, sin recursos, sin poder acudir a su familia y sin medios para ganarse la vida de una manera digna, acaban viviendo del trapicheo, pequeños hurtos o prostitución.

Necesitan apoyo para poder tener en la vida una segunda oportunidad para salir adelante. De eso va este proyecto. La Fundación Alaine apoya varios de estos centros de acogida y formación e incluso está financiando la construcción de otros. En este caso se trata de una ampliación a través de la construcción de un nuevo edificio de dormitorios para las chicas de la calle de Kara. 

Llegamos a Kara en enero de 2011. Acababan de perder la mayor parte de la casa en la que la organización salesiana acogía a las chicas de la calle que les confiaba el Tribunal Tutelar de menores de la región. El motivo, el injusto trazado de las calles de la ciudad que se desviaban favoreciendo a otros vecinos. Cuando llegamos, los alumnos de formación profesional “Don Bosco” trataban de recoger los elementos de la casa que se pudieran aprovechar posteriormente: puertas, ventanas, ladrillos,… A la vista del destrozo, de la conveniencia de mantener el centro de acogida abierto y a la evidente “oportunidad” de nuestra visita, decidimos ayudarles.
Lo seguimos haciendo desde entonces. Primero en una casa alquilada y luego de vuelta a la casa, ya reparada y redistribuidos los espacios interiores para poder acoger a las chicas.

Pero la “casa” pronto se quedó pequeña y fue necesario improvisar otras formas de acogida. Llevamos 4 años en los que es necesario encontrar familias que acojan a las chicas que necesitan “acogida” y que no caben en la casa. Y estamos viendo que esa no es una buena solución, pues hay veces en las que se reproducen algunos de los problemas que tratamos de evitar. Las tareas domésticas siempre recaen sobre  ellas y sus estudios quedan relegados a otras cuestiones de la conveniencia de las familias que les acogen. Las chicas necesitan de un adecuado ambiente familiar y sobre todo de estudio que les permita recuperar el tiempo perdido y reiniciar la senda de tener el futuro en sus manos. Las secuelas derivadas del tiempo que hayan pasado en la calle, deben ser tratadas por profesionales y ellas deben sentirse entre iguales para dar pasos firmes y seguros hacia la recuperación de ese futuro que les queremos devolver. Por ello nos planteamos ampliar la capacidad de acogida financiando un nuevo edificio con habitaciones en 2 plantas.

En este centro de acogida recuperan el rumbo de sus vidas las chicas de secundaria e incluso de primaria que nos confíen desde el Tribunal Tutelar de Menores. Para ello, además de un buen ambiente familiar , necesitaremos clases de refuerzo que les permitan recuperar el nivel de escolarización propio de sus edades. Con todo eso, podremos conseguir que acaben el bachillerato y que, con 18 años, puedan continuar sus estudios. En ese momento ya no podrán estar en el centro de acogida al haber alcanzado la mayoría de edad, pero la parte más importante del trabajo ya estará hecha: las chicas con su mayoría de edad y su formación, tan solo necesitarán una beca para poder alcanzar sus sueños ya sean de formación profesional o en la universidad, y ahí seguiremos estando nosotros.

Necesitamos 41.704 € para poder ampliar la capacidad de acogida en el Foyer Jean Paul II de Kara, en el norte de Togo, de acuerdo a las premisas comentadas en las líneas anteriores.