Hoy hemos cumplido con todos los trámites habituales del día en el que iniciamos el viaje en avión de vuelta a España.
Por la mañana hemos ido a visitar la ciudad de Ouida. El puerto desde donde salían los esclavos hacia América y la capital del Vudú en un país que pasa por ser la cuna del mismo.
Allí también hemos podido ver el monumento que recuerda los vergonzosos años de la esclavitud. De lo más penoso en la historia de la humanidad.
Junto a la playa, palmerales, poblados de pescadores, y unos pocos establecimientos hosteleros.
Por último compra de cacahuetes, anacardos y un paseo por el centro de artesanía para cumplir con alguno de los encargos recibidos.
Conscientes de que nos enfrentamos a una noche metidos en un avión hemos tratado de dormir una siesta y tras completar y pesar las maletas nos hemos venido al aeropuerto desde desde donde escribo estas líneas.
Ahora toca “cambio de piñón”. Poner en orden los proyectos y hacer un ranking para priorizarlos en función de la financiación que podamos obtener.
Ahora toca contarlo y organizar las cosas para que esa financiación, fruto de vuestra solidaridad no deje de fluir hacia la población más desfavorecida del norte de Benin.
Ahora toca otro tipo trabajo quizá no tan interesante como el que hemos realizado en estas últimas cuatro semanas, pero igualmente necesario.