Cambiar una vida

Días como hoy, solemos tener una reflexión bastante recurrente. Al día siguiente de un acto de terrorismo, de una catástrofe natural, o simplemente al escuchar cada semana el balance de víctimas en la carretera, pensamos en lo fácil que puede cambiar una vida de un día para otro. Habitualmente esa toma de conciencia la tenemos para los casos de cambio a peor, pero pocas veces del cambio a mejor.

Hoy quiero comentar uno de esos cambios y quiero hacerlo, además, aportando el dato de la cuantía necesaria para hacerlo. Hoy contamos la pequeña historia de Kandice.

Dangarou es una población de la Comuna de Kalalé. Está situada a 45 km de Nikki. En el camino de Derassi a Boukka. Allí nació Kandice hace 18 años y allí vive desde entonces. Nació normal, pero la falta de vacuna de la polio y el efecto de la enfermedad, pronto la dejaron paralizada de cintura para abajo.

Su familia no dispone de medios para ayudarle sino que más bien necesitarían ya de su ayuda. Kandice quiere trabajar y poder ayudar así a sus padres y poderse ayudar ella misma, pero la incapacidad de desplazarse lo impedía hasta que un pequeño artefacto se cruzó en su camino. ¡Un triciclo!, que es, además, de fabricación beninesa. Su coste 300.000 francos cfa. Una cantidad inalcanzable para una economía de penosa supervivencia. Al cambio, 450 euros. Una cantidad que le ha separado del suelo y ha cambiado su vida.

Hoy Kandice puede trabajar, puede desplazarse y con ello comienza a escribir de una manera autónoma, su futuro. El día de la entrega (en la foto) no pudo parar de llorar desde que lo vió y supo que era para ella. Hoy trabaja la semilla de karité y vende el fruto de su trabajo en los mercados de la zona. Hoy, su sonrisa no cabe en su cara.

 

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