Ya ha llegado el nuevo año y con él siento más cercana la fecha de mi vuelta a Benin.
Este año me vuelvo a Benin y visitaré por primera vez Togo. Como en las ocasiones anteriores tengo muchísimas ganas de estar ya allí. Sé lo que me espera y por ello la impaciencia puede más que la incertidumbre.
Voy a ver a todas aquellas personas con las que el resto del año intercambio imformación en la distancia. Les hecho físicamente de menos y sé cómo nos van a acoger. Eso también ayuda a que mis nervios sean menores que mi ansiedad.
Creo que tenemos todo preparado o al menos casi todo: vacunas, visado, encargos,….
Y digo tenemos, porque una vez más no me voy solo. Siempre he insistido, entre quienes me conocen, en que no me quiero guardar para mi solo la inmensa satisfacción que supone compartir algunos días con personas que son capaces de darte hasta lo que necesitan e incluso lo que no tienen. Tener, además, la posibilidad de ver cómo nuestros esfuerzos de financiación cobran cuerpo material gracias al trabajo de muchas personas y ver cómo se llenan de niños y niñas que sonríen un poco más y con un poco más de esperanza en sus futuros.
Nos vamos cuatro. Nos vamos llenos de ideas para nuevos proyectos,… pendientes de contrastarlos con quienes tienen el mayor conocimiento de la zona y llenos de ganas de convertirlos en realidad. Edificios para Educación Primaria, Secundaria, Bachiller o Formación Profesional. Maternidades, Centros Sanitarios o Nutricionales, Aulas informáticas,… Y también Pozos y Puentes que eviten el aislamiento de grandes extensiones y faciliten el comercio y el progreso de sus poblaciones. Más y más financiaciones que permitan que aportemos nuestro Grano de Arena en la lucha contra el injusto reparto de oportunidades entre los jóvenes del mundo.
Nos vamos el 12 de enero y vuelvo el 31. Sé que se les va a hacer más largo a los que me esperan aquí, que a mi. Por ello quiero darles las gracias. Por su paciencia, su consideración y su inquebrantable apoyo.
A la vuelta os contaré.