En Kalale nunca ha sido fácil repostar, pero desde que cerraron la frontera con Nigeria y se acabó el trapicheo de carburantes, lo es aún mas. Suerte que nos han prestado un bidón de 25 litros que nos van a permitir visitar Bouka.
Anoche me vi obligado a publicar la cronica sin fotos, con mas paciencia que cobertura. Esta mañana por fortuna, las he podido incluir.
En Bouka nos espera la celebración del tercer aniversario de la ordenación de una de nuestras contrapartes. En concreto del padre Angel Espuela de Bouka.
Somos muchos los que nos vamos a concentrar hoy en esta misión del norte de Benín alrededor de uno de sus miembros más entrañables. El bueno de Ángel que nos acoge y nos atiende en la que ha sido su casa durante los últimos años.
Pero antes nos ha acompañado a realizar las dos visitas que teníamos pendientes a los proyectos en marcha la zona. En primer lugar hemos visitado el Instituto Alaine de Bouka. Y aquí llevamos tiempo sin financiar un nuevo proyecto.
Hasta la fecha teníamos hechas 14 aulas, un laboratorio, una biblioteca y el equipamiento de todo ello. Pero en el último edificio que les financiamos se comprometieron a aportar la pintura y el edificio ha pasado casi tres años sin pintar. Durante todo ese tiempo nos hemos negado a financiarles ningún proyecto. Un compromiso es un compromiso y no podemos trabajar con aquellos que no los cumplen.
El pasado mes de diciembre nos avisaron que el edificio ya estaba pintado. Rápidamente nos pusimos en marcha y financiamos uno de los proyectos que consideramos más urgentes: el campo de deportes que utilizan para los exámenes estatales y que permiten a los jóvenes preparar mejor ese examen y poder continuar sus estudios. También aceptamos su petición de mejorar la dotación de su exigua sala de informática. Otra de las habilidades que de cara al futuro resulta más importante para los jóvenes en este país.
Del Instituto de Bouka nos hemos ido a la cercana de Dunkassa. Allí financiamos hace un par de años las infraestructuras que les permite terminar el bachiller sin salir de la localidad. Una biblioteca y un laboratorio con su dotación son la llave para conseguir este beneficioso efecto.
Hoy nos tocaba inspeccionar el equipamiento y ver con alegría que nuestra financiación ha tenido un beneficioso efecto domino. El estado a la vista de la financiación de la biblioteca y de laboratorio ha querido añadir una docena de ordenadores de sobremesa y un proyector con conexión a antena de televisión que les permite proyectar documentales para los alumnos y beneficiarse de los contenidos multimedia para el aprendizaje de las distintas materias.
En el instituto de Bouka nos han solicitado muchas cosas. Entre ellas unas nuevas letrinas para los alumnos dado el estado en en el que se encuentran las actuales. También solicitan otras cosas que sin duda tendrán que esperar.
En el instituto de Dunkassa se han limitado a pedirnos una mayor dotación de libros para la biblioteca y más contenidos en español ya que han decidido que la segunda lengua en el segundo ciclo de bachiller sea el español y nos han invitado a una jornada de la lengua española que piensan celebrar el día 14 de febrero, justo cuando nosotros embarcaremos de vuelta a España
Tras la sobremesa en Bouka nos hemos puesto en marcha de vuelta a Kalale. Uno de los componentes de la misión, en concreto nuestro amigo Roberto Carlos especialista en piscicultura, va a hacer sus votos y ordenarse Diacono. Una fiesta que desde luego no nos queremos perder.
Mañana sábado continuaremos con nuestro trabajo en Kalale