Hoy hemos amanecido en Kandi, pero inmediatamente después del desayuno hemos salido hacia Banikoara, la “otra” capital de la región del Alibori. Por el camino nos hemos cruzado con un convoy de la gendarmería. Al parecer se dirigían a la frontera de Segbana con la vecina Nigeria.
El trayecto no es largo y hemos llegado pronto a las instalaciones de la Fundación Vida para Todos. Un centro de salud, varios proyectos de educación y otros de promoción de la mujer.

Nada más bajar del coche ya nos hemos encontrado con la tradicional ceremonia de bienvenida. La mejor acogida que podemos tener.
Hemos recorrido andando la distancia hacia el comedor escolar del complejo y ya hemos podido ver que los cambios eran muchos desde nuestra última visita en 2020. Varios edificios nuevos nos hablaban de la actividad desarrollada conjuntamente con la fundación Vie pour Tous durante estos meses.

La ceremonia de bienvenida se ha completado con una nueva rueda de discursos, entre los que merece la pena destacar el del representante de los alumnos. Alto, claro y en un buen francés, nos ha deseado la bienvenida, el éxito en nuestros proyectos, salud y una larga vida. “Ami Ami” como se responde por aquí.




En Banikoara, la fundación ALAINE tiene su rotonda y su avenida, con una figura conmemorativa de nuestros primeros 10 años. Esa avenida separa los proyectos de salud (Dispensario, maternidad, centro nutricional, laboratorio,…) de los de educación (pre escolar, primaria, secundaria primer ciclo y formación profesional en electricidad).
Hoy hemos inaugurado varios edificios de los proyectos de educación

En primer lugar un edificio de 4 aulas para el primer ciclo de secundaria (nuestra ESO). Lo que aquí llaman CEG: Centro de Enseñanza General. En este caso el “Instituto” se llama Papa Alaine”

Tras el corte de la cinta y visitar las aulas, hemos continuado con el protocolo previsto.

En el complejo escolar, ya hay desde hace años una escuela de primaria. Se llama Mamá Alaine y nos encanta.


La siguiente inauguración ha sido el edificio para las nuevas bibliotecas para primaria y para secundaria. Se trata de un espacio abierto y bien ventilado, con sendos almacenes para los libros en los extremos. Los chicos y chicas acceden a la parte abierta y reciben los libros a través del mostrador de primaria o de secundaria según les corresponda. Un excelente diseño, sobre todo en estos tiempos.




A continuación nos hemos dirigido a la tercera inauguración: un magnífico edificio para el taller de la escuela de formación profesional en electricidad “Luz para Benin”



Se trata de una excelente iniciativa promovida por la Unidad Pastoral Centro Histórico de Salamanca (leer más). En ella se da formación a chicos y a chicas para que puedan tener el futuro en sus manos y para que todos ellos puedan vivir dignamente del fruto de su trabajo. Eso es exactamente lo que quería Alaine y para nosotros es un placer colaborar con Luz para Benin, algo que hacemos encantados desde incluso antes de sus comienzos. Quien iba a pensar entonces que el proyecto Luz para Benin iba a tener el éxito actual, pero el trabajo infatigable de sus promotores está consiguiendo unos resultados muy por encima de las más optimistas previsiones.


Ya tienen aulas, talleres y un internado mixto que por la demanda que están teniendo y por algunas exigencias de las autoridades de educación están ampliando y aprovechando para separar los mayores de los más jóvenes y los chicos de las chicas.

Pronto tendremos para inaugurar un nuevo edificio. Esta vez para residencia de los chicos más jóvenes.

Y entre sus próximos objetivos está financiar un nuevo edificio, esta vez como residencia para los alumnos mayores, a partir de los 18 años. Y es que en la Escuela de Electricidad Luz para Benin, se imparten diversos niveles según que los alumnos tengan o no el BEPC y puedan aspirar a un grado técnico superior cursando más o menos años. El plano del proyecto es el que aparece a continuación y el edificio de la foto es el de la parte superior.

De momento hoy hemos podido disfrutar del taller en todo su esplendor.

Unas instalaciones que han despertado una gran expectación entre todos.


Expectación que ha crecido aún más cuando, en un entorno eminentemente musulman como este, se ha mostrado el cuadro con la foto de la presentación al Papa Francisco del proyecto Luz para Benin, por parte del Párroco de la Unidad Pastoral Centro Histórico de Salamanca Poli Díaz ( en el cuadro, en el centro entre el Papa y su Obispo). Podéis leer más aquí
Eso ha hecho crecer la expectación y todo el mundo ha seguido atentamente las explicaciones.
Desde allí hemos vuelto al comedor y hemos comenzado la ceremonia de entrega de diplomas de las dos ultimas promociones. La del curso anterior y la de este.





Por la tarde hemos visitado las huertas para mujeres con un técnico contratado para ayudarles a mejorar la tierra con medios naturales. Compost, desechos de algodón y otras cosas que nos ha explicado y que no he entendido muy bien. Las mujeres estaban contentas.


Nos han sorprendido en la visita con un pequeño huerto de baobabs. Muy apreciados, en la gastronomía local, por sus hojas.

Por lo demás las huertas están recuperando la actividad tras la cosecha.
Desde las huertas hemos visitado el centro sanitario. La maternidad, el dispensario y el centro nutricional financiado por el Club de los 300, una iniciativa solidaria de Bodegas Muga.


Dada la hora a la que hemos llegado, solo estaban los servicios de guardia.

Pero el día nos deparaba aún algunas sorpresas más. Derivadas de las becas, varias chicas estudiaron Hostelería y Restauración. Una de ellas trabaja en el proyecto de acogida de Sirarou formando a las internas. Otra trabaja en Kandi dirigiendo la cocina del complejo, otra la veremos mañana en Kerou y queda la cuarta en Banikoara.

A esta última se le está apoyando en un proyecto de restaurante en Banikoara. Un “Bar Restau” que se llama ALAINE y en el que hemos cenado estupendamente.
La siguiente sorpresa ha sido la visita de dos viejos amigos de Kalalé. Lucía y Robert. Hoy son pareja y hemos charlado un buen rato recordando los años de Kalalé y conociendo su nueva vida en Banikoara.

Nos hemos tenido que despedir por que mañana saldremos muy temprano hacia Kerou. Son también varios los proyectos a visitar, tenemos el tiempo muy ajustado y la carretera está en muy mal estado, plagada de socavones y de bancales inmensos de arena. Os lo contaremos

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