Agua y educación

Nuestro segundo día en Yaoura y vamos adaptándonos a la zona. Nuevas etnias, nuevas lenguas,… incluso nos vamos adaptando a la casi total ausencia de cobertura. Esta misma madrugada nos hemos visto obligados a publicar una versión de la crónica de ayer, pero sin fotos. Hemos conseguido finalmente actualizarla en cuanto hemos salido de Yaoura.

Hoy nos tocaba visitar Wakouke. En nuestra primera visita en 2020 tuvimos que ir en moto. Hoy hemos intentado llegar en coche,… y lo hemos conseguido. Muchas veces nos guían en moto para llegar a los poblados, pero este año ha sido la segunda vez en la que hemos llevado a nuestro guía motero con un acompañante con el coup coup, eliminando ramas y arbustos para que pudiéramos pasar.

En Wakouke nos encontramos con una población sin agua, que quería tener unas huertas y que había sufrido el engaño por parte de un “listo” que contrataron como profesor para sus alumnos. Les cobraba cantidades desorbitadas por los materiales para los alumnos, que los padres pagaban desconociendo el precio real de libros y cuadernos. Cuando consiguió lo suficiente para su moto, desapareció. Una mala persona que, sin embargo, no llegó a desanimar a los habitantes de Wakouke.

Hoy hemos llegado a un pueblo con agua potable y una escuela comunitaria que ya no es tan pequeña como las otras. P. Jean Claude nos pidió que tuviera dos aulas y con la ayuda de Inversiones CABIEDES, SL, aceptamos y financiamos nuestra primera escuela comunitaria de dos aulas, pero todavía solo tienen un profesor.

Afortunadamente nos hemos encontrado con un profesor muy dinámico que se ve que es querido por sus alumnos. Hemos podido asistir a ejercicios de lectura, escritura, matemáticas,… y hemos visto a unos alumnos muy motivados. 22 en CI y 31 en CP (primero y segundo de primaria), que competían por pasar a la pizarra a demostrar que lo sabían y a recibir su “bang” (aplauso general) correspondiente.

Pero la escuela también tiene problemas. Los pupitres son prestados y el maestro cobra siempre con retraso. Hemos tomado nota. Si nos hubieran hecho la petición incluyendo los pupitres la hubiéramos autorizado igual, a la vista de la voluntariosa actitud de la población respecto a la educación de sus hijos, así que les hemos pedido un presupuesto con la idea de financiarlos. Incluiremos también algún balón a la vista del estado en el que se encuentra el que tienen.

Tampoco nos ha gustado que la escuela, que se encuentra en Yaoura, les haya podido prestar pupitres. Eso es señal de que están viendo reducirse el número de sus alumnos y nosotros, por sus veredas, vemos muchísimos niños y niñas deambulando.

Durante nuestra primera visita a Wakouke, nos hablaron de que querían ayuda para unas huertas, para las mujeres. Hoy les hemos preguntado por las huertas y nos han dicho que no tenían y que necesitaban nuestra ayuda. Mi respuesta ha sido rápida. ¿Ayuda para qué? “Para semillas, regaderas,…” Sobre la marcha les he recordado lo que hicieron con la escuela. “ la población de Wakouke se puso la escuela en las rodillas y no tuvimos inconveniente en ponerles la escuela en la cabeza. Tenéis un pozo desde marzo de 2020 ¿y no habéis hecho nada aún?

Les hemos recordado otros pueblos como el cercano Kurbuha que, en las mismas circunstancias han hecho unas pequeñas huertas y ahora piden ayuda, pero es para ampliarlas. Nos parece que esa es la actitud correcta y no sentarse a esperar la ayuda.

Les hemos mostrado la pequeña huerta que el maestro de la escuela de Wakouke ha trabajado junto a los alumnos. ¿No habéis sido capaces de hacer ni siquiera algo como eso?

En la Fundación ALAINE tenemos claro que los “regalos” no llevan al desarrollo. Uno de los receptores de esta crónica nos decía hace poco que “dar por dar, mejor tirar al mar”. La población de Wakouke tiene que ponerse a trabajar para conseguir una ayuda que seguramente llegará solo si ellos trabajan bien. Hemos concluido diciéndoles que seguramente volveremos el año que viene, pero que no esperen a comenzar entonces. Que comiencen ya y que si son constantes, les ayudaremos.

Por la tarde hemos recibido la visita de los representantes de media docena de poblaciones que carecen de agua potable. La noticia de nuestra llegada ha corrido por los poblados y “han pedido poder visitarnos” Nosotros hemos quedado en devolverles la visita, a algunos de ellos, al día siguiente. Nos gusta ver las cosas sobre el terreno. Pensamos que, ya que estamos por aquí, merece la pena apretar la agenda para ver todo lo que se pueda y contároslo de primera mano y a poder ser,… con fotos. Para el resto hemos acordado visitas la semana que viene para P. Jean Claude. Él es en Yaoura nuestros ojos y nuestros oídos, mientras no estamos.

Para la cena nos han sorprendido con un cus cus con cabrito. Hemos preguntado y era el que nos habían regalado esa misma mañana en Wakouke. Estaba muy bueno. De postre papaya de las de la Misión.

Mientras tanto nos hemos seguido pegando con la cobertura. Tenemos tarjetas de las dos compañías que trabajan en el norte, MTN y MOOV. Esta última simplemente no funciona en Yaoura. La esquina superior izquierda de mi teléfono es un permanente “sin servicio”

MTN ofrece algo de cobertura en Yaoura, si sabes encontrar el sitio donde debes situarte para esperarla, pero nos ha coincidido, además, con que nuestro “forfait internet”, como aquí llaman a un límite de gigas de tráfico durante un periodo determinado, vencía hoy y tampoco está siendo fácil renovarlo, no sabemos muy bien el porqué.

Finalmente la renovación ha sido posible y veremos a ver si la conexión también lo es. Espero poder enviar esta crónica aunque sea sin fotos esta noche. Actualizada con fotos el viernes 11.

Mañana seguiremos visitando pueblos que necesitan agua y el último de los villages en los que ya financiamos un pozo. Seguiremos esforzándonos para contarlo.

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