
En Kalale hemos podido desarrollar plenamente un modelo de educación muy sólido. Además de financiar sucesivas ampliaciones de capacidad en las escuelas e institutos, pronto decidimos financiar las infraestructuras necesarias para que los chicos y sobre todo las chicas pudieran acabar el bachiller sin salir de la población. Eso es algo que estaba vetado sobre todo para las chicas. Pocas familias podían pagar los estudios de segundo ciclo de sus hijos en Nikki o en Parakou, pero la inmensa mayoría, aunque pudiera, no haría ese esfuerzo con las hijas.
A partir de ahí decidimos financiar un “foyer” (internado informal) para que los jóvenes que acababan la ESO en Basso, Peonga, Lou,… pudieran también acabar el bachiller, en Kalalé.
También nos pareció necesario añadir la infraestructura necesaria para dar apoyo y acogida a los niños y niñas de la calle o procedentes de familias sin recursos. Familias que no llevan a sus hijos y sobre todo no llevan a sus hijas porque deben trabajar en casa o incluso fuera para conseguir una economía de supervivencia. En los peores casos, incluso, se trata de auténticas ventas en matrimonios infantiles o para trabajo doméstico en familias de las ciudades más grandes en régimen de cuasi esclavitud.
Por ultimo damos el paso de incrementar el acceso a los libros y a la informática, como fórmula para mejorar el aprendizaje de los jóvenes de Kalalé.
Hoy nos toca visitar las instalaciones financiadas, para la acogida y la educación, en el Centro de Promoción Social de Kalale

La primera vez que visitamos el centro fue en 2019. Necesitaban mayor capacidad de acogida y soluciones para la educación de los chicos y chicas con problemas. El norte de Benin se enfrenta a cuestiones como el matrimonio infantil, la falta de continuidad en la escolarización de los chicos y sobre todo de las chicas, las ventas de niños y niñas para trabajo infantil, doméstico o no,… problemas para los que necesitaban soluciones que pasan por acogerles y darles una segunda oportunidad.
Gracias a la ayuda de los Socios y Colaboradores de la Fundación Alaine, pudimos financiarles unos dormitorios para la acogida, cocina, almacén, wc y duchas


Así como el equipamiento mínimo necesario para los dos dormitorios, el de las chicas y el de los chicos.


Hoy la capacidad de acogida es ya una posibilidad real. Desde que se terminaron los edificios han sido muchas las chicas que han aprovechado esta nueva oportunidad y serán muchas más a partir de ahora.
Junto a la ONG local “Vie et environ”, tras la acogida, se busca de forma prioritaria la reinserción en un entorno familiar adecuado. Si puede ser, en su propia familia y si no es posible, se busca otra familia que sea idónea. A partir de ahí, en uno y otro caso, se realiza un seguimiento mensual. Por un lado de la acogida y por otro de la evolución escolar o en el aprendizaje de un oficio.
En el caso de los oficios la ONG local “Vie et environ”, dona a las chicas los aparatos y los apoyos necesarios para poder desarrollar su autoempleo.

Hemos conocido a varias de las chicas y visto numerosos dosieres que nos han confirmado el buen trabajo que se está haciendo.
Tras la visita al centro, hemos acudido a la alcaldía donde nos ha recibido el alcalde de la provincia de Kalale. Al parecer, el más joven de todos los de Benin. Nos ha obsequiado con unos gorros típicos de la etnia Peulh y un cuenco decorado.


También hemos conocido a su hija,…

Hemos charlado de forma distendida de las necesidades de la provincia de Kalale y de la urgente necesidad de dar solución a los problemas de la infancia y de trabajar en equipo. En el caso del Centro de Promoción Social de Kalale, la alcaldía ha financiado un buen cierre perimetral.


Tras la visita y de vuelta hacia la Misión, hemos parado en una “buvette” a tomar una cerveza antes de comer

Aprovechando que hoy es día de mercado en Kalale, también hemos hecho algo de “shoping”

Para comer, ensalada de tomate y col, guiso de alubia blanca local y carne de cerdo guisada,… ¡un lujazo!.
Tras el imperativo descanso, al mercado. Un hervidero de mercancías, gente, colorido,… en un pequeño espacio de terreno en el que resulta muy sencillo perderse. Color, calor, aromas, tufos,… caras amables, otras que no lo son tanto,… y la cámara a la espalda, que no es cuestión de discutir.
Y mañana a Gnel Yakan y a Gnel Koubouré donde hemos financiado sendos edificios de aulas para la escolarización primaria. Gnel Koubouré en 2020 y Gnel Yakan en 2021. Este último parece que no está terminado por culpa de las lluvias y del estado de la ruta. Os lo contaremos.

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