A veces nos cuesta creer algunas de las cosas que nos ocurren aquí. Ayer compartimos una de esas cosas.
Conocimos a un francés y es evidente que eso no tiene nada de extraordinario en un país que fue colonia francesa. Pero ese francés llegaba en bicicleta. Venía desde Bouka pero había comenzado el viaje en Cotonou. Eso comienza a tener categoría de “Camino de Santiago”
El camino del Norte son más de 500 km de asfalto o pista de tierra pero siempre lleno de camiones y todo tipo de transportes inverosímiles. Todos y nosotros los primeros, nos abrimos paso tirando de bocina. A eso se le añade la exigente climatología y se obtiene una combinación que sólo está al alcance de los muy decididos.
Pues bien, nuestro amigo francés (de 58 años) hacía 30 años que había adoptado cuatro niños en un lapso temporal de 24 meses. Varios de ellos en Benin. Llegaba a Kalalé buscando a la familia de su hija mayor, de la que sólo sabía que había nacido en Nassikonssi (a 5 km de Kalale) y de cuya familia solo tenía una foto.
Recorría las misiones preguntando y llegaba a Kalale por su proximidad con Nassikonssi. La primera sorpresa fue que nuestro anfitrión en la Misión, Père Satur, reconoció en la foto el lugar en el que estaba tomada: “esta foto esta hecha en el hospital de Boko”
Acudimos a Nassikonsí y como en cualquier otro poblado enseguida nos rodeó una nube de chiquillos. Satur nos condujo a una casa y saludó a sus ocupantes. Tras los saludos de rigor y las explicaciones de por qué estábamos allí, el francés sacó la foto y enseguida una amplia sonrisa iluminó la cara de quien nos acababa de recibir. Señalando la foto nos dijo: “ese es mi grand frere”
Ni que decir tiene que fuimos tras él sorprendidos del éxito inicial pero no esperábamos el desenlace que se produjo. No esperábamos encontrar al padre, al abuelo y a varios “medio hermanos” de la niña adoptada hace 30 años.
No hubo dudas y por si alguien le quedaba alguna, el abuelo explico con todo detalle los sucesos que ocurrieron entonces y como ocurrieron. La llevaron … y el bebé venía con problemas. La llevamos al hospital de Boko, le abrieron el vientre y consiguieron sacar a la niña pero la mamá murió.
Eso es algo que por estas latitudes todavía sigue siendo un problema. Existen cuestiones que la tradición considera que son generadoras de desgracias para la familia. Los hijos cuyas madres mueren en el parto, aquellos a los que le salen primero los dientes de arriba y un largo etcétera,… pueden ser considerados niños o niñas brujos portadores de desgracias para aquellos que les acojan. Por eso suele provocar que, en el mejor de los casos, se abandone a la criatura.
Compartimos con las dos familias, la biológica y la adoptiva, la alegría de un reencuentro inesperado. Personalmente compartí además con el padre biológico el doloroso recuerdo por la pérdida de su esposa y de una hija de la que tampoco pudo disfrutar el tiempo que él hubiera deseado. Ahora, al menos, sabe que está bien y lleva una vida feliz en Francia
Asumí con nuestro nuevo amigo francés la responsabilidad del reportaje fotográfico y en varias ocasiones la emoción me impedía ver si la foto estaba del todo bien enfocada. Cosas de los recuerdos.
Hoy nos hemos despedido de él. Se iba camino de Nikki donde había adoptado a otro de sus hijos. Deseamos que tenga la misma suerte que en Nassikonssi. Se la merece.
Después hemos continuado con la visita a las obras del proyecto del Foyer Alaine de Kalale.
Entramos ya desarrollando la segunda fase del proyecto para estudiantes de secundaria de los alrededores de Kalalé y queremos que esté listo para la vuelta al cole en septiembre de este año. Las obras van a buen ritmo y estarán listos en el plazo previsto los dormitorios, la cocina, la sala de estudio, las duchas,…
Después hemos visitado unos posibles terrenos para construir un Centro cultural más. Esta vez en Kalalé junto a la biblioteca que financiamos hace ya cinco años. Sería una potente herramienta para mejorar la calidad del aprendizaje de los estudiantes de la zona.
Salas de estudio, clases de refuerzo, sala audiovisual, informática,… Junto a la actual biblioteca. Otro sueño que soñamos con la buena gente de Kalale. La mejor manera de hacerlo realidad
Por último hemos recibido el presupuesto para los pozos de Gnesanda y Bouda. Nos ponemos en marcha y esperamos que pronto puedan tener agua saludable. Os lo iremos contando.